El mundo de los medios de comunicación está de luto tras la repentina partida de Constancio C. Vigil, un influyente editor y empresario, cuyo nombre ha dejado una impronta significativa en la historia de la comunicación en Argentina y más allá. A sus 86 años, Vigil falleció durante un vuelo hacia Miami, donde tenía planeado disfrutar de un encuentro futbolístico con la estrella Lionel Messi en su nuevo equipo.
Nacido el 22 de diciembre de 1936, Constancio C. Vigil pasó gran parte de su vida en la emblemática Editorial Atlántida, una empresa familiar dedicada a la publicación de libros y revistas. Como director ejecutivo de varias publicaciones, entre ellas el icónico semanario deportivo El Gráfico, desempeñó un papel crucial en el desarrollo y crecimiento del grupo editorial.
Además de su destacada trayectoria en el mundo de la edición, Vigil incursionó en el ámbito televisivo al ser parte de la adquisición de Canal 13 por parte de Editorial Atlántida en la década de los 70. En ese entonces, se desempeñó como director ejecutivo de programación, técnica y operaciones de la señal televisiva, consolidando aún más su legado en el ámbito de los medios de comunicación.
Si bien su dedicación al trabajo fue incansable, Constancio C. Vigil también era conocido por ser un hombre activo fuera de su ámbito profesional. Amante del golf, participó en torneos incluso en sus últimos años, mostrando su vitalidad y pasión por la vida.
El fallecimiento de Vigil representa la pérdida de un visionario de la comunicación en Argentina y un líder empresarial comprometido con la excelencia editorial. Dueño de Telefé y Radio Continental, supo guiar y dar forma a estas importantes plataformas de comunicación, dejando un legado que continuará resonando en la industria por generaciones.
Constancio C. Vigil no solo fue un emprendedor y ejecutivo exitoso, sino también un hombre con fuertes lazos familiares. Padre de seis hijos y abuelo de diez nietos, tristemente sufrió la pérdida de su hija Romina, quien falleció a temprana edad debido a la leucemia. Su amor por su familia lo llevó, en sus últimos años, a tomar una decisión notable al agrandar su familia con dos pequeños, Emma Celeste y Carlos.
Con una visión crítica del panorama argentino, Vigil optó por radicarse en Uruguay, especialmente en Punta del Este, donde pasaba sus veranos. Para él, la inseguridad y la presión impositiva en Argentina representaban obstáculos insuperables, y compartía su preocupación por el futuro del país en entrevistas y conversaciones públicas.
La partida de Constancio C. Vigil deja un vacío en la industria de los medios y en el corazón de quienes lo conocieron y trabajaron a su lado. Su legado perdurará en el mundo editorial y en la historia del periodismo en Argentina. Como pionero y defensor del periodismo de calidad, su impronta seguirá inspirando a las generaciones futuras de comunicadores y empresarios de medios.(Pergamino Virtual)