Este viernes, un vuelo proveniente de Barcelona con destino a Buenos Aires se vio envuelto en una tragedia cuando una mujer argentina, cuya identidad no fue revelada, falleció durante el viaje. La mujer, de 45 años, se descompensó aproximadamente dos horas antes de que la aeronave aterrizara en el Aeropuerto de Ezeiza.
Inmediatamente, el personal de la aerolínea junto con dos médicos que viajaban entre los pasajeros brindaron asistencia a la mujer, realizando maniobras de reanimación durante hora y media. A pesar de los esfuerzos y cuidados médicos, lamentablemente, la pasajera no pudo ser reanimada y llegó a tierra sin signos vitales.
Las fuentes señalan que los problemas de salud de la mujer comenzaron cuando el avión sobrevolaba Brasil. Experimentó un ataque de pánico acompañado de sudoración, dificultades respiratorias y pérdida del conocimiento. Una tripulante del vuelo notó la situación y brindó asistencia primaria de inmediato. También se solicitó la ayuda de médicos presentes entre los pasajeros, a los que dos profesionales respondieron para brindar ayuda.
El comandante de la aeronave se puso en contacto con la Torre de Control de Ezeiza aproximadamente 40 minutos antes del aterrizaje, informando sobre el fallecimiento de la pasajera para preparar los protocolos correspondientes.
Lamentablemente, una vez en tierra, el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el servicio médico del Aeropuerto confirmaron que la mujer ya no tenía signos vitales.
Este triste suceso se suma a otro caso similar ocurrido recientemente en un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Resistencia, Chaco, donde un niño de dos años que padecía leucemia también sufrió complicaciones durante el vuelo y falleció al llegar al Aeroparque metropolitano.
En momentos como estos, la solidaridad y el apoyo entre pasajeros y tripulación se destacan, pero la tristeza por la pérdida de vidas hace que estos vuelos queden marcados por la pena y la conmoción.(Pergamino Virtual)