En el tramo final de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, el equipo negociador argentino confió en la posibilidad de sostener la meta de ajuste fiscal en torno al 2% del PBI y recibir adelantos por unos 8500 millones de dólares, pero a cambio otorgaría un nuevo dólar campo a precio mayor que el oficial e instauraría un nuevo impuesto a las importaciones.
Luego de que Massa hablara anoche con la titular del organismo, Kristalina Georgieva y con un equipo técnico del ministerio de Economía negociando en Washington, el Fondo emitió esta tarde un comunicado para reafirmar que las conversaciones siguen activas y que se central en la necesidad de fortalecer las reservas del país y en mantener la “sostenibilidad fiscal”.
“Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa”, dijeron a DIB fuentes de economía respecto del trabajo que lleva adelante el equipo encabezado por el dos del ministerio, Gabriel Rubinstein y al que Massa sumó a Leonardo Madcur, su jefe de Asesores y a Raúl Rigo, secretario de Hacienda, en una señal de acercamiento.
Si bien la idea inicial del Gobierno era cerrar un acuerdo esta semana, no se descarta que las mismas se extiendan durante los próximos días, por lo que podrían tener un cierre a principios de la próxima semana. En ese marco, el ministro Massa deberá decidir si viaja a Washington -e interrumpe su campaña- para terminar de cerrar el entendimiento con el organismo.
En tanto, tal como publicó DIB el domingo, Massa se apresta a habilitar un nuevo dólar para el campo, que se sumará al que ya rige para economías regionales pero excluirá a la soja. Los cultivos incluidos serían el maíz (que tendría una cuota de equilibrio para asegurar el mercado interno), el girasol, el sorgo y la cebada. El anuncio está atado al cierre global con el Fondo pero también cabe la posibilidad de que se anuncie mañana, como una señal al organismo para apurar un entendimiento. Respecto de los valores, las fuentes consultadas por esta agencia, que confirmaron la medida, no lo especificaron. En el mercado, en tanto, hablaban de entre 350 y 370 pesos por dólar.
El dólar agro no sólo llevaría dólares para las alicaídas reservas del Banco Central (BCRA), sino que sumaría más impuestos vía retenciones, una variable que se desplomó por el impacto de la sequía de este año.
Al mismo tiempo, Economía prepara un nuevo impuesto para los importadores.
Con ambas medidas, Massa busca sumar entre 2 mil y 4 mil millones de dólares en el corto plazo. Que se sumarían a los desembolsos adelantados. Una incógnita es cuánto de eso podrá usarse para defender el tipo de cambio oficial. Hay que tener en cuenta que en un reporte global publicado ayer, el FMI dijo que el tipo de campo está entre un 15% y un 20% atrasado en Argentina.
Al mismo tiempo, pese a que los números fiscales del Gobierno -que incumplió casi todas las metas con el FMI en el primer y segundo trimestre- serían difíciles de acomodar con una baja real de la recaudación y un proceso electoral, la meta fiscal con el Fondo se mantendría en 2% del PBI. Se trata sólo de una décima más que la prevista en el programa original con el organismo (1,9%). (DIB)