La increíble historia detrás de la pergaminense Julia Riera

Las historias que hay detrás de algunos jugadores son dignas de mención por ser rocambolescas, de auténtica superación o simplemente un cúmulo de casualidades. La de la pergaminense Julia Riera es una mezcla de todos esos ingredientes. Riera, de 21 años, es la actual número 146 del ranking WTA.

Hasta llegar a esa posición, la argentina tuvo que pasar por muchas situaciones en las que pudo llegar a dejar el tenis para siempre. Y es que en su caso no tuvo las facilidades óptimas que le permitieran viajar continuamente para competir. Sin embargo, Julia consiguió los dos mejores resultados de su carrera afrontando todo tipo de dificultades.

Julia alcanzó las semifinales en el pasado WTA 250 de Rabat llegando incluso a batir a la tercera cabeza de serie y número 27 del mundo, Mayar Sherif, en octavos de final. Sin embargo, la argentina confesó a Infobae que casi no llega a disputar el torneo marroquí. Y es que Riera se encontraba jugando un ITF en Turquía, por lo que le era imposible jugar la fase de clasificación de Rabat. Se bajó, pero seguía pendiente del cuadro principal del que tendrían que renunciar hasta 15 jugadoras. Y es que contra todo pronóstico las tenistas empezaron a darse de baja: “Perdí el viernes y, a último momento, se bajaron un montón de jugadoras el último día y dije, ‘bueno, ya está, como entré hay que ir’. Me bajé del torneo de Italia y fuimos a Rabat”.

El problema de costearse los viajes

Pero el trayecto hasta Marruecos no fue nada fácil. Después de un vuelo que no llegaba nunca y una eterna escala de madrugada, Riera durmió en los asientos del aeropuerto porque no se podían permitir un hotel. Pero no fue la primera vez que Julia se enfrentaba a un viaje complicado. En otra ocasión pasó la noche en una estación de tren ya que tampoco tenía el dinero suficiente para costearse un hotel, sin wifi y teniendo que jugar al día siguiente. Sin embargo, acabó ganando el torneo, su primer ITF W25 en Trieste.

Para Julia, lo más complicado es buscar la forma de costearse los viajes internacionales ya que con su ranking tan bajo era difícil encontrar sponsors. Eso acabó afectando a la argentina y decidió parar durante varios meses. “A los 14 o 15 dejé de jugar, me había cansado un poco de entrenar todos los días y no poder viajar mucho”, dijo. Con el apoyo del extenista argentino Daniel Orsanic, Julia retomó los entrenamientos y volvió a la competición en 2021 tras no hacerlo desde 2019. Pero el problema con el dinero y los viajes seguía sin resolverse. Aunque junto a su entrenador, Emilio Palena, consiguieron un sponsor que la apoyara en sus viajes, la relación con Palena se deterioró, acabaron separándose y, por ende, el sponsor también se fue con él.

En una semana tenía la BJK Cup y volví un poco triste porque no sabía qué hacer ni con quién entrenar. Tampoco tenía el dinero suficiente para pagar un coach, pero, a la vez, tenían una semana para ponerme al día porque no podía ir así. Entonces, hablé con Juan Martín Aranguren, con quien ya había entrenado en conjunto unos meses y me tendió la mano”, dijo.

Una rifa que lo cambió todo

Julia empezó a tener buenos resultados en Europa, pero una lesión la obligó a volver a Argentina. Una vez recuperada en julio de 2022, la joven no podía costearse el viaje de vuelta, por lo que sus vecinos organizaron una rifa para que pudiera concluir el resto de la gira. “Terminó siendo una temporada muy buena, con muchos torneos en los que me fue muy bien, gané el primer 25 y me fui acomodando. Llegué a Europa como 450 del ranking y volví como 280”, confesó.

La argentina rechazó estudiar en la universidad para seguir intentando jugar al tenis, poniendo por delante el esfuerzo y el sacrificio que tanto ella, como su familia y sus amigos pusieron en este arduo camino. Gracias a eso, Riera subió en dos años 800 puestos en el ranking, hoy ocupa el puesto número 146 con orgullo y su sueño a corto plazo es meterse en el top 100. No sabemos cuánto le costará conseguirlo, pero para Julia nada es imposible.

Crédito: WTA / Punto Break