Su nombre público era Jimmy Jump y se hizo famoso intrusando partidos españoles, como dicen allí, siendo un «espontáneo», de esos a los que la TV europea no muestra para no generar el efecto imitación. En 2011 saltó al campo de juego buscando a su objetivo: Cristiano Ronaldo, quien con una finta lo esquivó mientras el personal de seguridad lo perseguía para, como sucedía habitualmente, expulsarlo del estadio y colocarle una multa que terminó con su «carrera» de intruso en 2014. Pero ese día, una fotografía pareció traer un oráculo de lo que sucederia 11 años más tarde. Porque se puede ver a un Lionel Messi jugando aquel clásico Barcelona versus Real Madrid por la Champions europea, con apenas 23 años, y observando fijamente la situación.
Lo sorprendente del caso es que el tal Jimmy Jump tenía colocada una remera que decía Qatar 2022, quizás como protesta a la futura realización del Torneo en ese país de la orbita del mundo árabe que se había anunciado como sede algún tiempo antes.
La realidad es que ahora, a 5 meses del logro argentino coronándose como campeón del mundo, muchos usuarios de redes sociales vieron en la instantánea una especie de presagio, no sólo por la profunda mirada de Lionel Messi, sino también por el previo esquive del portugués (a quien el mundial también lo regateó) y era en realidad a donde se dirigía ese famoso «espontáneo».
«Esto es una locura”, “Todo estaba siendo planeado”, fue el tenor de los muchos comentarios escritos a partir de aquella imagen, que si bien parece una casualidad, muchos lo relacionaron con otras “señales del más allá» que parecieron vislumbrarse después del título obtenido por Argentina.
El invasor se llama Jaume Marquet i Cot, y es un catalán que hoy tiene 47 años, y ya está retirado de sus famosas intromisiones públicas en eventos deportivos y del espectáculo.
Crédito: InfoCielo