Los fuertes vientos comenzaron a soplar en la zona pasado el mediodía. Pescadores que regresaban en lancha testimonian que vieron a personas en el hotel pidiendo auxilio.
A partir del mediodía fue prácticamente imposible circular por la ruta lindera a la laguna de Melincué. Los fuertes vientos comenzaron a hacer mella en la zona, al punto que la fuerza del viento y el agua tumbaron uno de los paredones del viejo hotel de Melincué. Allí había al menos tres personas que pedían auxilio y desaparecieron tras arrojarse al agua.
Gabriel Rébora, jefe comunal de Melincué, confirmó que desde el mediodía el cuadro que se ve por la laguna «es muy feo, hay muchísimo viento y según el pronóstico va a perdurar por 24 horas más».
Respecto de las personas desaparecidas, confirmó que fueron «anoticiados que había un par de embarcaciones que habían salido a pescar», pero de las cuáles aún no tienen novedades. «Siempre aconsejamos a la gente que cuando hay viento no salgan.
Lamentablemente cayeron dos embarcaciones a la orilla sin gente. Habrá que esperar que cese el viento y hacer un rastrillaje para ver qué pasó con esta gente, porque hoy es imposible meterse con una lancha», apuntó. Waldemar Nardi, jefe de Bomberos de la comuna, contó por su parte que cuando comenzó a soplar fuerte el viento una lancha con pescadores logró llegar a la orilla.
Y que estas personas divisaron que «había gente arriba en el hotel haciendo señas». Pero que al caer una de las paredes del hotel «la gente se tiró al agua y están en la laguna, pero no tenemos forma de cómo llegar». Los que estaban en la lancha intentaron regresar pero fue imposible navegar en contra del viento.
«Estuvimos hablando con los guías de pesca y no podemos entrar con este viento», agregó Nardi. Estimó que recién entre las 18 y las 18.30 el viento comenzaría a ceder, y recién entonces podrán comenzar con el rastrillaje.
Defensa.
«Esperemos que aguante un poquito la defensa. Pero pasa siempre lo mismo, después se enojan cuando uno critica, pero perdimos veinte días de sol, donde no se trabajó. Dijeron que no nos abandonaron, pero con este imprevisto hay una sola máquina para trabajar», se quejó Rébora.
El jefe comunal contó que por el momento es «poca» el agua que está pasando por encima del terraplén, pero que aguardan que cese el viento para que no ponga en peligro la defensa. Y advirtió: «Si sigue este viento tremendo la defensa va a ceder y vamos a estar complicados como hace un mes atrás. El agua está a 30 centímetros más alto que la ruta, si la defensa cede va a ingresar al ejido urbano, por eso estamos esperando que pare el viento y ponerle parches donde se rompió».