El ganador de Gran Hermano 2001, Marcelo Corazza, fue liberado este lunes luego de que el juez de instrucción Javier Sánchez Sarmiento lo procesara por el delito de corrupción de menores en concurso de ideal con exhibiciones obscenas a una víctima de trece años de edad. No obstante, recibió la falta de mérito para procesar o sobreseer en la acusación que apunta a su rol en la banda que captaba menores de edad para obligarlos a ejercer la prostitución, que tiene otros tres detenidos.
En tanto, los imputados restantes en la causa, Francisco Rolando Angelotti -sindicado como líder de la organización-, Raúl Ignacio Mermet y Andrés Fernando Charpenet permanecen detenidos por considerar el juez riesgo de fuga.
En cuanto a la situación procesal de Corazza, el juez determinó que en su caso “los hechos hasta aquí probados me llevan a afirmar que su situación merece un tratamiento diferente al de sus restantes consortes de causa”.
En esa línea, Sánchez Sarmiento ordenó el procesamiento sin prisión preventiva e inmediata libertad para Corazza, y trabar embargo hasta alcanzar la suma de dos millones de pesos.
En tanto, a Angelotti, Mermet y Charpenet se les imputó ser “coautores de los delitos de asociación ilícita y trata de personas agravado por la cantidad de víctimas, perpetrado en contra de menores de 18 años y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad”.
A su vez, se consignó a Angelotti como “coautor de los delitos de abuso sexual continuado con acceso carnal, gravemente ultrajante, perpetrado en contra de menores de trece años”.
La investigación comenzó el 24 de octubre del año pasado, luego de que un testigo de identidad reservada denunció que había sido abusado sexualmente cuando él tenía entre 11 y 13 años, entre 1999 y 2002, por uno de los ahora detenidos, a quien solo podía individualizar por su nombre de pila y que luego lo hizo tener relaciones sexuales con otros de los acusados.
Los imputados, como parte de su plan para lograr la confianza y la captación de la voluntad de sus víctimas, los invitaban a viajes, les compraban ropa o les conseguían trabajos, detallaron las fuentes.
Algunas de las víctimas eran captadas en plazas, otras en sitios de chats en internet y hasta hay mencionada una escuela de teatro en un centro cultural del barrio de Almagro.
En tanto, ni bien se conoció la decisión judicial, la prensa se apostó en la casa de Corazza, donde llegó luego de dos semanas de estar detenido. “Soy inocente. No puedo hablar más por ahora”, sostuvo. “No sé qué voy a hacer ahora… no le deseo a nadie lo que me pasó a mí”, añadió. (DIB)