“Me mandé una cagada. Le quise hacer una joda y se me escapó un tiro”. Con esa frase, el productor agropecuario de 69 años, Néstor Félix Hirtz, dejó en el hospital de Tapalqué a Tomás Echegaray (26). El joven futbolista tenía un disparo en la región abdominal y finalmente murió. El hecho ocurrió en julio de 2020, en plena pandemia de coronavirus, y ahora el acusado fue condenado a la pena de 13 años de prisión.
Según el fallo de la jueza Alejandra Raverta, Hirtz fue condenado por el “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego con dolo eventual” de Echegaray. La magistrada tomó la decisión luego de que un jurado popular lo declaró culpable por el homicidio de un amigo de su hijo, al que en julio de 2020 mató de un balazo en la ciudad bonaerense.
El hecho ocurrió a las 2.30 del domingo 5 de julio de 2020 en la casa del imputado. La víctima jugaba al fútbol en el Club Atlético Tapalqué y ese año había pasado a Boca Juniors de Azul, donde no llegó a debutar, y, además, era hermano del presidente del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, Juan Echegaray.
El futbolista arribó a la casa en su camioneta Toyota Hilux junto a otro joven, ya que era amigo de Estanislao Hirtz, el hijo del dueño de la vivienda.
Según lo que se pudo reconstruir, Hirtz padre quiso hacerle una broma relacionada a las medidas de higiene por la pandemia del coronavirus y salió a recibirlo con un rociador de alcohol en una mano y con el revólver marca Smirth & Wesson calibre .44 Magnum en la otra, del que se le escapó un tiro. En vez de gatillar el alcohol, gatilló el arma. Si bien la defensa alegó que el hombre nunca tuvo intención de matarlo, lo cierto es que la Justicia tomó los argumentos de la Fiscalía en la acusación.
El propio hijo de Hirtz cargó a su amigo herido en la camioneta de la víctima y lo llevó hasta el hospital de Tapalqué, donde decidieron trasladarlo al hospital Pintos de Azul, pero falleció en la ambulancia. El autor del disparo también fue hasta el hospital, donde al ser interrogado por la Policía les dijo: “Me mandé una cagada. Le quise hacer una joda y se me escapó un tiro”.
La autopsia a Echegaray determinó que el proyectil ingresó en la región abdominal -por la fosa ilíaca derecha-, con orificio de salida en región posterior izquierda del tórax y que en su trayecto lesionó el hígado y causó la ruptura de la arteria aorta, lo que produjo la muerte por un shock hipovolémico. Luego de atravesar a la víctima, el proyectil terminó incrustado en el paragolpe delantero de la camioneta del detenido.
Actualmente, el hombre de 69 años de edad permanece detenido en la Unidad Penitenciara N° 7 de Azul. (DIB)