En la previa a la sesión preparatoria en la que se ratifican autoridades del Senado, el interbloque del Frente de Todos de esa Cámara enfrenta una fuerte crisis interna: un grupo de cuatro legisladores dio un portazo y armó una bancada aparte.
Así la bancada oficialista de la Cámara que preside Cristina Kirchner y el oficialismo tendrá mayores dificultades para conseguir el quórum de 37 senadores.
La nueva bancada se llama Unidad Federal y entre los integrantes figuran tres legisladores que ya habían marcado su descontento con la bancada en otras oportunidades: el entrerriano Edgardo Kueider, el correntino Carlos “Camau” Espínola y el jujeño Guillermo Snopek.
Pero la sorpresa es que sumaron también la puntana Eugenia Catalfamo, leal al gobernador Alberto Rodríguez Saá y la cordobesa que responde a Juan Schiaretti, Alejandra Vigo.
“Buscamos ser una alternativa desde donde se priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina que queremos para nosotros y las futuras generaciones, sin grietas, con discusiones que planteen soluciones a corto, mediano y largo plazo”, aseguraron en el comunicado en que confirmaron la noticia.
Hacerlo significaría no solo un acto de rebeldía frente a la vicepresidenta Cristina Kirchner, que conduce la Cámara alta, sino también una jugada política para quedarse con la llave del quórum. Incluso si hay un cambio de gobierno tras la elección de este año.
Camau y Kueider integran el bloque de 21 -Frente Nacional y Popular- que conduce José Mayans; Catalfamo y Snopek el de 14 -Unidad Ciudadana- que preside Juliana Di Tullio.
Kueider era uno de los pocos “albertistas” que quedaban, pero descontento con “promesas incumplidas” del Gobierno, lanzó críticas públicas y días atrás presentó un proyecto propio ara reducir el IVA para usuarios residenciales y está exigiendo que se trate.
Rodríguez Saá sorprendió mostrándose con Schiaretti semanas atrás, después de que el cordobés confirmara la creación de un tercer espacio con Juan Manuel Urtubey. Su salida tampoco sorprendería.
El rumor había corrido en otras ocasiones. De hecho, en 2021 hubo un intento de romper el bloque y en 2022, después de la votación partida frente al Acuerdo con el FMI, otra búsqueda que el propio presidente Alberto Fernández intervino para frenar. Pero en esta ocasión, distintas fuentes aseguran que “están dadas las condiciones”.
Pero los intentos por retenerlos en esta ocasión no surtieron efecto. Algunos reclamos exceden al Senado y golpean la Casa Rosada también.
Actualmente el FdT es un interbloque de 35 legisladores divididos en dos bancadas, una se llama Frente Nacional y Popular y el otro Unidad Ciudadana. El primero lo integran 21 senadores y el segundo 14.
Se separaron el año pasado como una maniobra orquestada por la vicepresidenta para retener un lugar más en la magistratura.
A la espera de una sesión
Mientras tanto, este jueves a las 11 está prevista la sesión preparatoria para ratificar autoridades. Juntos por el Cambio, dará quórum para ese trámite institucional. No se espera la presencia de Cristina Kirchner, que está en el Sur.
Pero el oficialismo, además, quiere convocar una sesión para esa misma tarde para tratar alguno de los casi 30 temas de extraordinarias que propuso el presidente: la Ley Lucio y Acuerdo militares y judiciales por lo menos. La Ley de Alcohol Cero no está en carpeta porque legisladores de provincias vitivinícolas piden cambios.
Para sesionar el oficialismo apenas tiene margen de error. Necesita asistencia perfecta y ayuda de dos de los tres aliados más férreos. (DIB)