Cuatro hermanitos murieron al desmoronarse la loza de la casa en la que vivían en la localidad de El Jagüel, en Esteban Echeverría. Según trascendió, en un principio el hermano mayor de las víctimas creyó que se trataba de una filtración y una gotera; avisó a sus padres pero no hubo tiempo de hacer nada: a los pocos minutos cayó parte del techo y aplastó a los cuatro niños.
Según dio a conocer Pamela Nisi, la madre de los chicos, Benicio y Noah, de cuatro años, dormían en sus camas, mientras Lorenzo Del Río, de seis, y Santino Hardoy, de diez, jugaban con el celular.
“Se me fueron, no, se me fueron, angelitos de mamá, decime que es una pesadilla, por Dios, hijos míos no”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook, junto a fotos y videos de los niños.
“Quién me saca este dolor, no puedo más, por qué la vida es injusta conmigo, por favor no puedo más, los extraño mi Lolo, mi Santi y mis bebés”, expresó ante los mensajes de sus amigos en el posteo de la red social.
De acuerdo a lo expresado por el padre de uno de los niños fallecidos, hubo alguna modificación en la estructura de la vivienda y por ese motivo habría cedido el techo. “El domingo pusieron escombros en la losa y creemos que por eso cedió la estructura. Quisieron despejar el patio y en vez de sacarlos a la calle los puso en el techo. Ese peso, pensamos, hizo que se cayera todo”, analizó Pablo Ezequiel Hardoy, el papá de Santino, en declaraciones periodísticas.
La investigación por “homicidio culposo” quedó en manos del fiscal Martín Devoto, de la fiscalía descentralizada de Esteban Echeverría, que ordenó la detención de López hasta que se determine si tuvo responsabilidad en el hecho. (DIB)