En un inédito documento, por la dureza de sus términos, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se pronunció en relación a la campaña de desprestigio que llevan adelante en nuestro país, “gran parte de los medios de comunicación”, generando “muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus palabras que llegan incluso a la injuria y la difamación”.
El texto de la declaración “Francisco, el Papa de todos”, señala que “los argentinos tenemos un enorme privilegio, hace ya casi cinco años un hermano nuestro ha sido elegido Papa, es decir, la máxima autoridad de la Iglesia en el mundo; para los cristianos, vicario de Cristo en la tierra. Desde aquel momento nuestro querido Papa Francisco adquirió en todos los países un prestigio y un apoyo crecientes, y hoy es un referente global incuestionable para la inmensa mayoría de los cristianos y personas de buena voluntad”.
Seguidamente, la CEA sostiene que “En nuestro país, gran parte de los medios de comunicación han puesto más la atención en hechos menores e incluso han identificado al Papa con determinadas figuras políticas o sociales. Algunos de ellos han sido claros afirmando que no representan ni pretenden representar al Papa ni a la Iglesia. Sin embargo, esta constante asociación ha generado muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus palabras que llegan incluso a la injuria y la difamación”.
El pronunciamiento de la mayor institución de la Iglesia argentina, asegura que “La inmensa mayoría del pueblo argentino ama al Papa Francisco, no se deja confundir por quienes pretenden utilizarlo, sea pretendiendo representarlo, sea atribuyéndole posiciones imaginarias en función de sus propios intereses sectoriales. El pueblo sencillo quiere escuchar las enseñanzas del Santo Padre, y lo reconoce por su lenguaje claro y llano”.
En otro párrafo remarcan el rol que les toca como pastores: “Acompañar a los movimientos populares en su lucha por la tierra, techo y trabajo es una tarea que la Iglesia ha realizado siempre y que el propio Papa promueve abiertamente, invitándonos a prestar nuestras voces a las causas de los más débiles y excluidos. Esto no implica de ninguna manera que se le atribuyan a él sus posiciones o acciones, sean estas correctas o erróneas”.
Antes de finalizar, el documento desmiente a periodistas y medios de comunicación, que le atribuyen la función de voceros de Su Santidad, a determinados dirigentes sociales de nuestro país, aclarando que “Por ello, en vísperas a su próxima visita a los pueblos hermanos de Chile y Perú, queremos reiterar que el Papa Francisco se expresa en sus gestos y palabras de padre y pastor, y a través de los voceros formalmente designados por él. Nadie ha hablado ni puede hablar en nombre del Papa. Su aporte a la realidad de nuestro país hay que encontrarlo en su abundante magisterio y en sus actitudes como pastor, no en interpretaciones tendenciosas y parciales que sólo agrandan la división entre los argentinos”.
Por último, el pronunciamiento del Episcopado finaliza diciendo: “Deseamos ardientemente que el Papa Francisco sea valorado y escuchado como él se merece y como nos lo merecemos todos los argentinos”, y que “la Virgen de Luján nos ayude a construir como hermanos nuestra Patria”.
La Comisión Ejecutiva de la CEA está presidida por monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro, e integrada por el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires; monseñor Marcelo Daniel Colombo, obispo de La Rioja, y monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús. (InfoGEI)