La sequía continúa dominando la escena en los campos de la zona núcleo del país, que incluye gran parte de la provincia de Buenos Aires. Tras el grave daño en el trigo, ahora son la soja y el maíz los cultivos que ven ralentizada su siembra. Así, la oleaginosa avanzó la última semana sobre el centro del área agrícola con la incorporación de 1,2 millones de hectáreas (M ha), con un retraso del 20% con respecto a la campaña anterior, mientras que el cereal solo avanzó 0,2% y hasta ahora se cubrieron menos del 24 por ciento de los 7,3 M ha estipuladas. Mientras tanto, la falta de humedad en los suelos se agrava por las elevadas temperaturas, que llevan el termómetro por estos días arriba de los 40º en el norte y centro bonaerense, y se espera que el fenómeno de la Niña continúe al menos hasta febrero de 2023.
La preocupante demora en la implantación de siembra y maíz queda de manifiesto en el último informe de la Bolsa de Cereales, que señala como principales puntos donde hay demoras al Centro-Norte de Santa Fe, el Norte de La Pampa y Oeste de Buenos Aires. Los técnicos de la Bolsa porteña explicaron que esas regiones “continúan reportando una mayor intención de siembra de la oleaginosa que ocuparía el área perdida de cultivos de invierno y los cuadros de maíz temprano que quedaron fuera del presente ciclo productivo. Sin embargo, la falta de humedad superficial y la ausencia de pronóstico de precipitaciones en el corto plazo, que permitan revertir el escenario actual, continuará limitando el avance de las sembradoras”.
Demoras
En el caso de la soja, la incorporación de cuadros de primera se centró sobre gran parte del centro del área agrícola. A la fecha, la siembra cubrió 19,4% de los 16,7 millones de hectáreas proyectadas para la campaña en curso, lo que indica un retraso del 20% respecto de lo registrado a la fecha en la campaña anterior.
Pese a esta dura perspectiva, cuando se comenzaron a relevar los primeros cuadros del cereal en el este del área agrícola nacional se encontró que a pesar de las heladas y el déficit hídrico “la expectativa de rinde se ubica apenas por debajo de los promedios regionales”.
Por otro lado, nuevas precipitaciones en el oeste del área agrícola mantienen la humedad en la primera parte de los perfiles mientras el cereal expande hojas, sostuvo el informe, al mismo tiempo que se espera que durante la próxima semana comience la siembra de planteos tardíos, los cuales representaran más de 55% del total proyectado.
Trigo
Mientras tanto, avanza la cosecha de trigo, uno de los principales cultivos afectados por la ausencia de lluvias y las heladas tardías. En la región núcleo, y con una cosecha que ya alcanzó el 20% del área sembrada en esa zona del país, se empieza a confirmar que será el rinde más bajo de los últimos 10 años. De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, ya se cosecharon 180.000 hectáreas del cereal, que arroja un promedio de rendimiento de 15 quintales por hectárea, un 40% por debajo de la media histórica de las ultimas 10 campañas.
A nivel nacional, de acuerdo al reporte semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha del cereal ya cubrió el 12,5% de la superficie sembrada, representando un progreso intersemanal de 2,5%, y con un rendimiento medio nacional de 13,5 quintales por hectárea, más bajo aún que en la zona núcleo.
En términos de estimaciones de producción total de trigo, la BCBA la mantiene en 12,4 M tn. Si esto se confirma, representará una caída de 10,6 M tn en comparación con la campaña anterior, y derivaría en una compleja situación para abastecer tanto el mercado interno como el externo.
El clima
En tanto, las temperaturas continúan elevadas en el centro-norte bonaerense. Ayer jueves, por ejemplo, la máxima llegó a 41º en Pehuajó, mientras que rozó los 40º en Junín y Bragado.
En un informe de comienzos de noviembre, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) indicó que “la campaña ’22/’23 en la Argentina transcurre en un escenario de sequía severa en gran parte de la región productiva de secano”. “Las lluvias del último mes no alcanzaron a compensar el déficit de agua en los suelos, que continúa agravándose, particularmente en la zona agrícola núcleo” añaden. Por esta razón, “la producción triguera sería un 26% menor que el promedio de las últimas cinco campañas”. Y en cuanto al pronóstico de El Niño-Oscilación del Sur, “hay un 84% de probabilidades de que las condiciones de La Niña prosigan hasta enero de 2023, y que disminuyan a menos del 50% recién a partir de febrero”. (DIB)