Alto La Sierra es un pequeño pueblo ubicado en el Chaco salteño, a casi 600 kilómetros al noreste de la ciudad capital. Allí viven unas cuatro mil personas, la población está compuesta mayormente por miembros de la comunidad wichi.
Buena parte de las familias viven en el pueblo, y muchas otras, en el monte, este lugar está a unos 40 kilómetros de la frontera tripartita con Bolivia y Paraguay. Allí las condiciones son totalmente precarias: tienen chozas como casas, cuatro palos de pared y una lona como techo, no tienen luz y tampoco agua potable. No tienen calzado ni condiciones de higiene.
Desde noviembre de 2016, y cada 45 días, un grupo de profesionales de la salud miembros de la ONG Adesar (Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional), llega para brindarles atención en terreno.
Desde distintas ciudades, obstetras, ginecólogos, infectólogos, pediatras, generalistas y bioquímicos de Hospitales del interior, del Hospital Muñiz y del Hospital Alemán, se agrupan para realizar el viaje solidario. Una vez en el lugar, se instalan en el Hospital del pueblo –que no tiene médicos, ni ambulancias, mucho menos especialistas- y durante cinco días se procede a recorrer la zona, en busca de las familias aisladas para atender aquellos casos, de embarazadas, niños y adultos, en situación de riesgo.
Victoria Menoyo y Analía Guilera son dos médicas pediatras rojenses que en la actualidad desempeñan su profesión en el Hospital Municipal. Victoria obtuvo su título de graduación en la Universidad Nacional de Rosario y Analía en la Universidad Nacional de La Plata, ambas terminaron sus residencias en el Hospital de Niños ubicado en la capital provincial. Ellas son dos de las profesionales que integran el grupo conformado por Adesar. (InfoGEI)