Argentina desarrolla el primer prototipo de lanzador de satélites

El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE. El proyecto contempla el desarrollo del lanzador Tronador II-250 (TII-250) y de los prototipos TII-70 y TII-150 que serán los modelos utilizados para realizar los ensayos y servirán para poner a prueba los motores que llevará a bordo el lanzador Tronador II-250. Se trata de tecnología desarrollada y fabricada en el país, cuyo combustible es oxígeno líquido y kerosene.

El Presidente expresó: “Tengamos el orgullo de ser uno de los diez países del mundo con capacidades para poner satélites en órbita. La riqueza de las sociedades y de las naciones está fundamentada en tener inteligencia, por eso invertir en educación, en ciencia y tecnología es invertir en el futuro”.

Además, según pudo saber InfoGEI, explicó que con el desarrollo del Proyecto Tronador II “estamos logrando más soberanía, ser más dueños de nuestra tecnología, y estamos logrando pensar en que más información satelital nos permita generar mejores condiciones de vida acá, en nuestra tierra”.

“Todo esto lo han hecho argentinos y argentinas. Lo ha hecho el Estado asociado a empresas privadas. Hay 50 medianas y pequeñas empresas que han desarrollado tecnología y que hoy sirven a estos proyectos”, enfatizó el mandatario y dijo: “Tenemos un capital humano maravilloso para ponerlo al servicio del desarrollo del país”. Actualmente en el proyecto trabajan 116 profesionales de la CONAE y de VENG y, en esta nueva etapa, generará 300 empleos indirectos.

La palabra de Filmus

Filmus manifestó: “Podemos definir lo que significa este hecho con tres palabras: la primera es orgullo, orgullo por comprobar lo que pueden la inteligencia, el trabajo y el talento de las argentinas y argentinos. Esto que estamos viendo hoy, que es una disputa por la soberanía, que también es soberanía espacial, que tiene que ver con una soberanía científico-tecnológica, es lo que determina en buena medida el futuro de la Argentina”. El contrato que suscribieron hoy la CONAE y VENG demandará una inversión de 9.730 millones de pesos que serán destinados al desarrollo del primer prototipo TII-70 y la continuidad del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) con su infraestructura auxiliar prioritaria.

El ministro continuó: “La segunda palabra es agradecimiento a las y los trabajadores, profesionales y técnicos de la CONAE y de VENG porque sabemos las dificultades por las que atravesaron en los últimos 30 años”. El desarrollo se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el CETT, en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI), en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.

Seguidamente, Filmus señaló: “La tercer palabra es compromiso. Hoy nos vamos de aquí con el compromiso enorme de romper con las políticas pendulares respecto de la ciencia y la tecnología en el país. Estos proyectos son posibles solo con políticas de Estado de mediano y largo plazo. Por eso la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, sancionada por unanimidad, en conjunto con las otras leyes que está elevando el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, entre las que se encuentra el Plan de Ciencia 2030, nos comprometen a un proyecto a largo plazo de toda la sociedad argentina. Este Plan tiene, por primera vez entre sus diez objetivos estratégicos, la soberanía aeroespacial”.

Lanzamiento

La infraestructura requerida para los servicios de lanzamiento estará emplazada en el Centro Espacial Manuel Belgrano (CEMB), en Bahía Blanca.

Además, la labor se extiende a otras localidades del país, mediante la participación de instituciones públicas como la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de Mar del Plata, y pymes de base tecnológica, como la empresa Valthe, instalada en Justiniano Pose, Córdoba.

La CONAE también dispone de la red de estaciones terrenas requeridas para el seguimiento, monitoreo y control de los lanzadores Tronador II, mediante la Estación Terrena Córdoba ubicada en el CETT, la Estación Terrena Tierra del Fuego ubicada en cercanías de Tolhuin, y la futura Estación Terrena Belgrano II en la Antártida Argentina. (InfoGEI)