En medio de la decisión del Gobierno de poner fin al Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), la medida que tenía el objetivo de contener el precio del pan en góndola, los panaderos y la secretaría de Comercio no lograron ponerse de acuerdo sobre una política para el sector, desde donde se advierte que el kilo podría trepar a los $ 450.
Un grupo de referentes del sector panaderil expresó su malestar con el secretario de Comercio de la Nación, Matías Tombolini, con quien mantuvieron una reunión para solicitar la continuidad del Fondo. Sin embargo, no obtuvieron una respuesta positiva ya que desde el ministro de Economía se busca aprovechar los cerca de 400 millones de dólares que se empleaban en el FETA para direccionados al pago de subsidios que de manera directa financien al sector con el objeto de atenuar subas en el pan.
“Es inadmisible que propongan otorgar subsidios de manera directa, cuando hay un alto porcentaje de panaderías que están inhibidas y que no pueden recibir fondos a través de una cuenta bancaria, porque venimos de una pandemia y de un gobierno anterior que devastó a la industria, y en especial a las pymes y los pequeños comercios, pero nada de esto le importó al funcionario”, sostuvo Gastón Mora, presidente Centro de Panaderos de Avellaneda.
Para los molinos, grandes y pequeños, el objetivo de estabilizar el costo por tonelada de trigo que compró la molinería, gestionado a través del decreto 132/22, no tuvo los resultados esperados de manera uniforme ya que solo se anotaron poco más del 5% de los 160 molinos que hoy operan en el mercado harinero argentino.
“La conclusión que nos llevamos de la reunión, es que este secretario de Comercio pretende cortar el hilo por lo más delgado, que son los trabajadores y las pequeñas empresas, y una vez más le da la derecha al empresariado que especula con los precios de los alimentos”, dijo Mora.
En este contexto, Tombolini señaló que “el Fondo Estabilizador del Trigo Argentino es una herramienta que nació por la guerra”, y remarcó que “es una herramienta de carácter transitorio” creada para que “cuando sube mucho el trigo a nivel internacional, que la volatilidad no se traslade a la mesa de los argentinos”.
En ese sentido, explicó que “la mayor parte de las panaderías no está recibiendo la bolsa subsidiada”, y señaló que están analizando “cómo hacemos para que esta plata que tiene el Estado llegue a la demanda, a cada panadero”.
Por su parte, Raúl Santoandre, de la Federación de la Industria Panaderil bonaerense, también fue muy crítico de Tombolini y advirtió que el pan pasará a costar en promedio $ 450 por kilo. “El secretario de Comercio nos dijo que él es un economista y no se ocupaba de los temas sociales. Sin el fideicomiso, el kilo de pan podría irse a $450”, lanzó.
En la actualidad rige un acuerdo no escrito, según el cual el kilo de pan debe valer entre 320 y 340 pesos, aunque en CABA se superan esos precios. En el Gobierno sostienen que “esos valores serán revisados”. (DIB)