Cuando la grieta se deja de lado y solo queda solidaridad debería ser el título de la nota. El viernes 22, una ciudad quedó literalmente aislada del resto de la Provincia. No había agua corriente, electricidad, internet, medio centenar de árboles obstruían el tránsito de vehículo en el casco urbano, decenas de palmeras de la Coopeartiva Eléctrica con los cables caídos, y árboles que habían cortado servicios esenciales en un centenar de sitio(incluido Internet), había dos cortes con grandes árboles en la Ruta Nacional 8, personas atrapadas en el interior de sus autos, se calcula más de cuarenta voladuras de techo (una treintena reportados), los pedidos de ayuda eran incesantes.
Sin embargo los colonenses se pusieron al hombro las consecuencias del desastre natural. Se empezó a tener prioridades. Se debía dar a todos los hogares en nochebuena luz y agua. Los empleados de la Cooperativa Eléctrica serán seguramente un baluarte difícil de igualar. Personalmente observe que eran las 23 horas del domingo y una camioneta pasó tratando de solucionar el corte de luz en una de las últimas casas que no tenía el servicio. Se puede decir que a pesar de semejante desastre cada hogar brindó con luz eléctrica y agua. El centro de la ciudad en el mediodía del sábado ya tenía el esencial servicio, incluido internet.
Se tendieron cables y se arreglaron otros. Los pozos del agua comenzaron a funcionar y gracias a los hombres de calle de Obras Sanitarias se repuso el agua en toda la ciudad antes de las 24 horas de haber pasado el tornado
La Policía Comunal dispuso desde el mismo momento del meteoro a todos sus hombres en las calles. Ocho patrulleros recorrían el casco urbano, y hasta se observó a agentes tomando una motosierra y cortando árboles que se encontraban sobre las calles. No se produjo un solo robo reportado.
Otro pilar fundamental fueron los Bomberos Voluntarios con un centenar de salidas y liberando a muchos vecinos que no podían de salir de sus casas.
También el punto fuerte fue la Municipalidad de Colón, donde todas las direcciones, estando al frente el Intendente Ricardo Casi, evaluaron puntos críticos y dispusieron prioridades a solucionar. Ya a las pocas horas los dirigentes de Cambiemos y La Campora (por solo dar un ejemplo) estaban en el calle, ayudando y repartiendo botellas de agua y otros elementos esenciales.
Por último, desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires reaccionaron rápidamente brindando equipos electrógenos, agua pura, ayuda económica y elementos de necesidad. Toda la recuperación se trabajó en conjunto y con un solo objetivo poner en marcha una ciudad desbastada y los periodistas que estuvimos en la calle desde el primer minuto lo pudimos observar. A todos los que «laburaron» por el bien de la población un agradecimiento especial. La ciudad pasó una nochebuena normal, y se había puesto en marcha en apenas en 24 horas. Todo un ejemplo.