El gobierno nacional confirmo hace instantes que el Presidente Alberto Fernández decidió reorganizar las “áreas económicas” del Gabinete con la creación de un “superministerio” que englobará las áreas actuales de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura y al frente del cual estará el hasta ahora presidente de la cámara de Diputados, Segio Massa.
Esa reestructuración del Gabinete fue acordada por Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Massa, los tres actores principales del Frente de Todos. Hoy al mediodía la vicepresidenta termino de dar la bendición en una reunión con el todavía diputado en el Senado., luego de empujar el desembarco del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, lo que finalmente no se produjo.
Tras la confirmación de la Casa Rosada, el líder del Frente Renovador informó que el lunes comenzará a designar a los funcionarios que lo acompañarán en su gestión.
Pero su llegada al gabinete ya generó al menos tres portazos y varios cambios internos. A última hora del día se conoció que Daniel Scioli, hasta ahora titular de Desarrollo Productivo volverá a la Embajada argentina en Brasil. También dejó su cargo Julián Domínguez (Agricultura). Ninguno aceptó el cambio de condiciones y tener que reportar a Massa. Hace menos de dos meses, el exgobernador bonaerense había llegado al gabinete en una ceremonia que se vivió como un importante suceso político. Pero Scioli y Massa tienen una fuerte rivalidad política de muy vieja data y la convivencia resultaba imposible.
Otro cambio que se informó hoy por la tarde fue la salida de Mercedes Marcó del Pont de la AFIP. La funcionaria reemplazará a Gustavo Beliz en la Secretaría de Asuntos Estratégicos que renunció de forma “indeclinable” a primera hora de la tarde, con una carta de un renglón de extensión. Beliz y Massa venían pulseando por la interlocución con los Estados Unidos y los organismos de crédito internacionales.
Hombre de máxima confianza del Presidente, Beliz decidió abandonar el gobierno nacional cansado de “tragarse sapos”, según describieron allegados al exministro de Justicia. Massa quedará a cargo del manejo de la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el BID y la CAF.
Silvina Batakis, en tanto, se quedará en la gestión, pero como presidenta del Banco Nación. La economista, que se enteró de su salida del Palacio de Hacienda en Washington y está “abatida”, según pudo saber LA NACION. Durante la conversación con el Presidente ella puso su renuncia a disposición. Pero Fernández le pidió que se quedara.
En Casa Rosada resaltaban la “entereza política” de la funcionaria, que perdió el control de la botonera a menos de un mes de haber asumido. Después de dos horas a solas con Fernández, Batakis se fue de Balcarce 50 con un pedido para que se quede en la gestión, por la noche se confirmó que asumirá en lugar de Pablo Hecker. Massa, que ya tenía bajo su dominio Transporte, finalmente no logró extender su control sobre el Banco Nación.
AFIP y Banco Central
Lo que aún resta por definir es que ocurrirá con Energía, terreno que controla con celo la vicepresidenta, y con el Banco Central, con Miguel Pesce a la cabeza, que hoy dispuso un fuerte aumento en las tasas de interés de referencia para la economía. Por ahora, cada terminal del Frente de Todos conservaría su porción de poder y su capacidad de fuego.
Tras la salida de Martín Guzmán, el líder del Frente Renovador había pedido el control de distintas áreas clave. No quería “entrar a la cancha” solo. La AFIP, por caso, era un área que Massa busca controlar desde el día uno y de hecho había colocado recientemente en Aduanas a Guillermo Michel. Pero finalmente el organismo recaudador quedará bajo el radar de Cristina Kirchner. El elegido para suceder a Marcó del Pont sería Carlos Castagneto.
El diputado no actuará como ministro, sino como un primus inter pares. Una especie de jefe de gabinete económico. De hecho, no reportará al ministro coordinador, Juan Manzur, sino que tendrá línea directa con el Presidente. Y por supuesto, con la vice.
En otro día marcado por los rumores y negociaciones, el tigrense desayunó con el jefe del Estado en la quinta presidencial de Olivos y por la tarde estuvo reunido con la expresidenta en su despacho en el Senado. Los tres estuvieron de acuerdo para avanzar lo más rápido posible en la implementación del nuevo organigrama en el que trabajó contra reloj la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, a quien se mencionó también como de salida pero que hasta ahora sigue en su cargo.
El Presidente se puso al frente de las negociaciones con sus ministros para que acepten el nuevo esquema. Pese a los intentos, no pudo retener a Scioli, que regresará a Brasilia, y Domínguez.
Desde el primer minuto de la negociación, el diputado dejó en claro que su intención no era suceder a Manzur, sino vaciarlo de poder. En este caso le arrebató el control de la botonera económica. “Sergio no vuelve atrás”, dijeron cerca del diputado en referencia a su antecedente como ministro coordinador durante la presidencia de Cristina Kirchner. (DIB)