“La iniciativa surgió porque tenía la duda de cómo podía hacer para comunicarme con una persona sordomuda de la forma más fluida posible», asegura, consultado sobre el origen del proyecto. Y agrega: «Yo tenía ganas de hacer algo con inteligencia artificial y ahí es donde esta tecnología y la duda que tenía convergieron”.
Además, juega un papel importante el objetivo de seguir aprendiendo y experimentando con diferentes herramientas: “Estoy en una etapa en la que ya empecé a desarrollar distintos proyectos para poder armarme un portfolio”, dice Gorriti. «En el pasado ya exploró con algunos desarrollos, como Improratoria, una aplicación destinada a ayudar en su oratoria a los estudiantes que participan de simulacros del Sistema de Naciones Unidas.
Según da cuenta el portal SudOeste B.A, el proyecto de esta última inteligencia artificial, que tiene apenas unos días de vida, está en una fase inicial. «El objetivo es poder conformar un equipo con programadores, organizaciones y personas vinculadas a la lengua de señas para poder seguir desarrollando la inteligencia artificial ampliando sus términos y haciendo que funcione mejor», explica Gorriti.
“Una vez hecho esto tengo planeado publicarlo como aplicación web para que cualquiera pueda acceder desde su celular o computadora y utilizarla. En resumen, el proyecto recién está comenzando y creo que lo más interesante es lo que se viene en la próxima etapa”, dice, optimista, el joven desarrollador. (Ver video)
Lengua de Señas en Argentina
Si bien no existe un censo exacto acerca de cuántas personas sordas hay en el país, las asociaciones estiman que se trata de un número mayor a 70 mil personas y más de 450 mil con algún tipo de discapacidad auditiva. Por este motivo, en el marco de la Agenda 2030, el Gobierno se comprometió, entre otros puntos, a trabajar sobre los niveles de discriminación y desigualdad que padece este grupo.
En los compromisos, se aclara que “a pesar los avances en la legislación, el acceso a la comunicación de las personas con discapacidad se destaca por un peculiar atraso, con especial énfasis en el caso de las personas sordas”. “La falta de reconocimiento de la Lengua de Señas Argentina (LSA) como lengua y como patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad Sorda impacta sustancialmente en obstáculos de acceso a derechos en igualdad de condiciones”, advierten. (InfoGEI)