La planta de procesamiento de maíz de Bayer, que está situada en la localidad bonaerense de Rojas, sigue batiendo récords. En la actualidad, es la más grande del mundo con una capacidad de 3,6 millones de bolsas por año, superando, inclusive, a varias plantas de Estados Unidos. Pero, a partir de tres pilares clave para la multinacional – digitalización, innovación y sustentabilidad- este año prevén llegar a procesar 4 millones de bolsas.
El año pasado, la empresa, que está presente en la Argentina desde hace 110 años y actualmente con 12 bases de actividades operativas, anunció inversiones por U$S 150 millones con foco especial en innovación, digitalización y sustentabilidad, en la cual un 66% estaba conectado al negocio del agro. Las inversiones puestas en transformación digital explican gran parte del aumento de eficiencias para ampliar la capacidad de procesamiento de semillas de maíz de los últimos años.
La planta de Bayer, que tiene 28 años, comprende 23 hectáreas y trabajan 1.000 personas. Allí procesan bolsas de 80.000 semillas. En marzo lograron una marca histórica mensual, procesando 570.000 bolsas (representan 700.000 hectáreas) contra 460.000 que procesan normalmente.
Además de las típicas bolsas, desde la firma están probando en maíz con cajas de 1.000 kilos (Seed bag). Comenzaron con pedidos de clientes que querían una adopción más eficiente en logística interna. Al principio, fueron 3 clientes el año pasado y este año lo expandieron a 9. “La intención es abrir la demanda de quien la necesite y le sea útil”, dijo Matías Marcantonio, Líder Producción de Semillas Cono Sur de Bayer.
El segmento de venta de semillas de maíz para la división agro de Bayer representa el 50% del negocio. Las marcas de Bayer -Dekalb y La Tijereta- significaron el 45% de las 7 millones de hectáreas que se sembraron en el ciclo 2021/22. También desde la planta «María Eugenia» exportan a Uruguay y Paraguay.
Las espigas que se procesan en la planta provienen de 15 localidades diferentes del país. La superficie sembrada varía, dependiendo el año, entre 28.000 a 30.000 hectáreas. La cosecha de las 66 híbridos que ingresan a la planta empezó en enero y concluyó la semana anterior.
Claves de la planta
María Eugenia Cuenta con tres Centro de Inteligencia (CIO). El más reciente fue inaugurado en 2021 donde monitorean todos los procesos de producción de planta y campo en tiempo real elevando la eficiencia en la gestión de los recursos y en la precisión en la toma de decisiones.
“Los CIOs son una muestra clara de los beneficios de la agricultura digital pues a través de tecnología de vanguardia y del big data, se realiza el seguimiento de todas las etapas, procesando y combinando en forma eficiente los indicadores para lograr el máximo potencial, cuidando a la vez los recursos naturales”, mencionó Marcantonio.
Por otro lado, “María Eugenia” ya cuenta con certificaciones de clase mundial. Entre ellas, la Wildlife Habitat Council (WHC), único estándar voluntario de sustentabilidad que reconoce actividades de educación sobre conservación y mejoramiento de la biodiversidad. Y también la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) que otorga la U.S. Green Building Council & Green Business Certification Inc., por la sustentabilidad en cuanto al diseño, los métodos constructivos y operativos del nuevo edificio temporario recientemente inaugurado.
“Sabemos que la construcción genera un gran impacto ambiental y, por eso, a la hora de planificar este nuevo espacio, se trabajó en minimizarlo, aplicando tecnologías innovadoras como sistemas de energía solar, recupero de agua de lluvia, climatización inteligente, gases refrigerantes no contaminantes, materiales de baja emisión de CO2 y gestión de residuos”, destacó.
En este sentido Bayer es la primera empresa semillera en contar con el 100% de las labores de su producción de semillas certificadas bajo el marco de la norma IRAM 14.130 de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), que actualmente también alcanza a clientes y los productores que trabajan en la cadena de valor.
“La certificación de BPA es el camino concreto para garantizar la sustentabilidad en la actividad agrícola y es la muestra sobre cómo en Bayer realizamos nuestras operaciones de forma segura, estandarizada y responsable, cuidando nuestro único planeta y a todos sus habitantes”, cerró Marcantonio (CREDITO CLARIN)