La desigualdad educativa entre las escuelas secundarias públicas y privadas en las aulas argentinas quedó nuevamente en evidencia en un informe que resalta que sólo se gradúan el 36% de quienes ingresan a estatales, mientras que ese número trepa a 63% en los establecimientos en los que se paga una cuota.
De los 848.303 alumnos que comenzaron primer año del colegio secundario en 2014, solo 366.137, es decir el 43,2%, lo finalizó seis años después, en 2019. Así lo reseña el más reciente informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, basado en la última información disponible del Ministerio de Educación.
Si bien la cifra ya es elocuente sobre los problemas de la escuela media en nuestro país, esto se acentúa al tomar en cuenta que las escuelas secundarias de gestión privada graduaron, en el período analizado, al 63,8% de sus alumnos, mientras que el sector estatal lo hizo apenas con el 36,1%. Es el verdadero mapa de la desigualdad educativa.
Incluso, el análisis difiere cuando se enfoca en cada uno de los distritos de nuestro país. Por ejemplo, La Rioja graduó al 58,6% de sus alumnos secundarios en el lapso estudiado; la Ciudad de Buenos Aires lo hizo con el 54,7%; San Luis, con el 52,9%; el interior bonaerense 47,5% y el conurbano 44,6%. Mientras tanto, en Santa Fe esa cifra fue de apenas 31,8%; en Santa Cruz, de 35,6%, y en Salta, de 36,4%.
En base a las cifras relativas a los diferentes sistemas de gestión, se destaca que, en todas las jurisdicciones, las escuelas de gestión privada muestran una mayor relación entre graduados secundarios e ingresantes, respecto de las escuelas de gestión estatal. La comparación más extrema se da entre el 88% de los estudiantes graduados por las escuelas privadas de San Luis y el 24% de los correspondientes a las escuelas estatales de la provincia de Santa Fe.
“Es necesario eliminar las diferencias respecto de la cantidad de estudiantes que comienzan y culminan el nivel secundario en el tiempo esperado, además de garantizar la calidad de su nivel de conocimiento. De esta manera, se producirá un importante avance hacia la justicia social y la igualdad de oportunidades, favoreciendo así la disminución de nuestra pobreza”, completa el director del CEA. (DIB)