El “tractorazo” de sectores autoconvocados del campo terminó hoy con una masiva presencia de manifestantes en la Plaza de Mayo, donde se leyó una proclama en la que se pide menos estatismo y se afirma que el sector no está dispuesto a “seguir financiando la soga con la que nos ahorcan.
Directo, estilo campero, la proclama fue contundente: “No hemos venido hasta acá para pedir que nos den una mano sino para que nos saquen las dos de encima”, dice el breve mensaje leído al cabo de la manifestación y encabezado por la frase: “Quienes vivimos de nuestra producción y trabajo tenemos algo que decir”.
Rico en figuras, el texto prosigue con “una proclama sencilla: No estamos dispuesto a seguir financiando la soga con la que nos ahorcan”.
El mensaje a la dirigencia política y al gobierno fue clarísimo: “Anímense a pensar un país con menos impuestos, gasten menos. arréglense con lo que tienen o dedíquense a otra cosa”.
Contra el estatismo
“La receta del socialismo (y su muleto el estatismo) es siempre la misma”, dijeron los productores, y la describieron en acciones: “envilecer la moneda con emisión, ahogar a las actividades productivas con impuestos y empobrecer a todos para ofrecerse como solucionadores de los mismos problemas que han creado”.
En un mundo libre, prosiguieron, las soluciones van por el camino opuesto: “permitir que quienes generan recursos sigan generándolos y los multipliquen y no expulsarlos como ocurre actualmente con jóvenes y empresas que se van. Los regímenes estatistas propician desatinos económicos que perjudican a todos pero mucho más a los necesitados y vulnerables”.
Como paragolpes contra las acusaciones de codicia y egoísmo y falta de solidaridad –que de todos modos llegarán- los manifestantes dijeron en su proclama: “No somos ciegos, las necesidades existen. Pero las necesidades son infinitas y los recursos son limitados. No se puede seguir cargando al burro que mueve la noria y menos comérselo. Para repartir riqueza primero hay que crearla y la mejor manera de distribuirla es el trabajo libre donde los beneficios vuelven a la sociedad sin necesidad de intervención estatal, que además de cara es violenta y distorsiva”.
Y admitieron una responsabilidad, que suena a preámbulo de una rebelión de los mansos: “Somos responsables de haber tolerado estos disparates”.
Pero no los únicos, claro. Y allí vino la embestida contra los representantes políticos que los productores tienen más cerca y en muchos casos eligen. “Son responsables también muchos de nuestros gobernadores y legisladores. Han resignado la autonomía federal por una indigna alianza de vasallaje feudal en la que aceptan el saqueo de las actividades productivas de sus comprovincianos a cambio de ser tratados como mendigos de lujo por el Poder Central y eventualmente ser nuevamente ungidos”.
El texto, en estilo pancarta, concluye con una serie de consignas que interpelan acciones (e inacciones) gubernamentales:
-Basta de mentiras.
-Basta de fronteras que son un colador.
-Basta de entregar nuestro Mar Austral a la depredación.
-Basta de soltar presos y perseguir policías.
-Basta de someter a alumnos y maestros a la dictadura de ideólogos y burócratas.
-Basta de vándalos y usurpadores.
-Basta de opresión impositiva.
-Basta de sarasa.
Por si no quedara claro, al final la proclama reitera: “Anímense a pensar un país con menos impuestos. Gasten menos. Arréglense con lo que tienen o dedíquense a otra cosa”
Mientras se llevaba adelante la concentración de los productores en Plaza de Mayo, y en un momento donde un grupo de mujeres cantaba cerca de la reja que separa el lugar con Casa Rosada, desde el balcón principal de la sede de Gobierno se acercaron dos personas que hicieron la “V” de victoria, contaron ruralistas.
El hecho, que generó una fuerte respuesta de parte de productores que estaban en el lugar, no pasó a mayores porque, rápidamente quienes estaban allí se retiraron. En tanto, productores exigieron disculpas porque consideraron al gesto como una provocación. (DIB)(Foto Vía País)