A las 4 de la madrugada de este 24 de febrero, Rusia inició la invasión de Ucrania. Afirmando que la operación militar pretende «proteger a las personas de los abusos y del genocidio que son objeto por parte del Gobierno ucraniano desde hace ocho años», Vladimir Putin inició los bombardeos bajo la mirada atónita de una comunidad internacional que le pide que se detenga en nombre de la «humanidad». La guerra, que venía anunciándose en las últimas semanas y meses, ha empezado. Pero para entender cómo hemos llegado hasta aquí hay que retroceder hasta el año 2013.
NOVIEMBRE DE 2013
El presidente de Ucrania, Víctor Yanukovich (prorruso) suspende la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Un día después, grupos de estudiantes universitarios se manifiestan en Kiev en contra del gobierno. Día tras día, las protestas se van haciendo cada vez más multitudinarias. La plaza de la Independencia (Maidan) de Kiev se convierte en un símbolo y bautiza este movimiento de descontento. Desde ese momento, la división en dos de la sociedad ucraniana -prorrusos y proeuropeos- queda de manifiesto.
FEBRERO, MARZO Y ABRIL DE 2014
Las protestas se extienden por Ucrania y se vuelven violentas. Mueren casi un centenar de personas. El presidente Yanukovich abandona el país y el Parlamento aprueba destituirlo. Mientras tanto, en la península de Crimea – se desatan los enfrentamientos entre militantes prorrusos y proucranianos. En los últimos días de febrero, grupos de hombres armados toman el aeropuerto de Crimea y varios edificios gubernamentales, como el Parlamento, donde izan la bandera rusa. El ejército ruso entra en la península.
Bajo acusaciones de fraude, se celebra un referéndum sobre la anexión de Crimea. Vence el «sí» con el 97% de los votos mientras los países occidentales y la ONU rechazan la consulta y la tachan de «ilegal». Días después, Putin firma el tratado de Anexión de Crimea. En respuesta, los líderes del G8 (los países más poderosos del mundo) expulsan del grupo a Rusia. El G8 se convierte en el G7.
En abril de 2014, los acontecimientos de Crimea se reproducen en el este de Ucrania, en la región del Donbas. Estalla una guerra entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos, ayudados por Moscú. Según la ONU, ese conflicto irresuelto desde entonces ha causado más de 14.000 muertos en ambos bandos.
FEBRERO DE 2015
Tras un primer intento, en septiembre de 2014, que fracasa, los gobernantes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania (bautizado como ‘Cuarteto de Normandía), intentan poner fin a la guerra del Donbas con los acuerdos de Minsk, y bajo el mandato de la Misión Especial de Observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) Se acuerda un alto el fuego, que será vulnerado poco después.
DE 2017 A 2019
En Febrero de 2017, Rusia responde a un mensaje del presidente de EEUU, Donald Trump, y asegura que nunca devolverá Crimea a Ucrania.
En septiembre de ese mismo año, entra en vigor el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania, que incluye un tratado de libre comercio y pretende profundizar los lazos políticos y económicos entre las dos partes.
Desde 2016, los intentos de resolver la guerra del Donbas apenas han dado frutos. En diciembre de 2019 se celebra en París otra Cumbre del Cuarteto de Normandía. Uno de los pocos avances es el intercambio de 200 prisioneros entre Moscú y Kiev, ese mismo mes.
MARZO DE 2021
En una entrevista en televisión, preguntan al presidente de EEUU, Joe Biden, si piensa que Vladimir Putin es un asesino. «Lo creo», responde Biden. Sus palabras anticipan una escalada de tensión entre ambos países. Rusia, en respuesta, retira temporalmente a su embajador en EEUU, Anatoly Antonov.
ABRIL DE 2021
Kiev denuncia la concentración de más de 100.00 militares rusos en la región. Según Washington, es la mayor acumulación de efectivos rusos en la frontera con Ucrania desde el conflicto de 2014. En ese momento, Moscú dice que está realizando ejercicios en respuesta a las «actividades militares amenazantes» de la OTAN cerca de sus fronteras.
Este mismo mes, la Casa Blanca impone sanciones a Rusia (por su interferencia en las elecciones de EEUU) y anuncia que deportará a 10 empleados de la embajada rusa en Washington. Rusia responde con otras 10 expulsiones de diplomáticos estadounidenses.
JUNIO DE 2021
El día 16, Putin y Biden se reúnen en Ginebra y constatan sus diferencias en varias cuestiones, principalmente derechos humanos y ciberataques. La cumbre concluye con pocos resultados. El día 23, Rusia lanza disparos de advertencia contra un barco británico en el mar Negro, cerca de la península de Crimea, y días antes de unos ejercicios navales de la OTAN en el mismo lugar. El día 20 Putin asegura que el apoyo militar occidental a Ucrania crea «problemas de seguridad significativos» para Rusia.
DICIEMBRE 2021
El de diciembre de 2021, el Washington Post publica que Rusia prepara una ofensiva contra Ucrania con hasta 175.000 soldados a principios de 2022. El 16 de diciembre, la UE advierte de que cualquier agresión contra Ucrania tendrá un alto coste para Rusia. Una semana después, en su rueda de prensa anual, Vladimir Putin (que teme que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN), insiste en que la ampliación de la Alianza hacia el este es inaceptable, y pide a Occidente «garantías de seguridad».
ENERO 2022
Rusos y americanos deciden poner en marcha la vía diplomática y empiezan, el día 10, una primera ronda de negociaciones en Ginebra. Durante el Consejo de la OTAN en Bruselas, el día 12, quedan de manifiesto las diferencias irreconciliables entre la Alianza y Moscú.
14 de enero. Las autoridades ucranianas culpan a Rusia de un ciberataque masivo. El mismo día, EEUU acusa a Rusia de llevar a cabo «un ataque de falsa bandera» en Ucrania para crear un «pretexto» para una invasión.
18 de enero. Rusia realiza maniobras en Bielorrusia mientras el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, viaja a Europa e inicia una nueva ronda de contactos diplomáticos para tratar de desescalar la crisis.
19 de enero. Blinken, que ya está en Ucrania, evoca la posibilidad de que EEUU matize las consecuencias de una «incursión menor» de Rusia. La Casa Blanca sale a corregirle y el secretario de Estado asegura entonces que cualquier agresión recibirá «una respuesta severa y unida» de EEUU y sus aliados.
21 de enero. Lavrov y Blinken se ven en Ginebra y logran ganar algo de tiempo. El ministro de Exteriores ruso dice que no van a atacar Ucrania, y anuncia que EEUU le ha prometido responder por escrito a sus demandas de seguridad. Blinken ofrece diálogo pero advierte de que responderá si hay invasión.
23 de enero. Washington anuncia la repatriación de las familias de sus diplomáticos en Ucrania ante el riesgo de que Rusia invada ese país, recomienda a sus ciudadanos que salgan de Ucrania. Otros países, como Reino Unido, replican esta medida.
24 de enero. La tensión vuelve a escalar. EEUU admite la posibilidad de enviar militares a Europa del este y los países bálticos; la OTAN anuncia que está reforzando su flanco oriental, mientras Rusia denuncia la «histeria» de Occidente. Para el Kremlin, la responsabilidad por la tensión que se vive en el este de Europa recae sobre EEUU y sus aliados.
29 de enero. Joe Biden afirma que planea desplegar tropas en el este de Europa y países de la OTAN «a corto plazo». En los días previos, el Pentágono asegura que tiene a 8.500 soldados en «alerta máxima»
31 de enero. En el debate del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis desencadenada por el despliegue en la frontera con Ucrania, Rusia acusa al Gobierno ucraniano de estar formado por «puros nazis»
FEBRERO 2022
3 de febrero. Washington denuncia que Putin quiere justificar la guerra en Ucrania con un falso vídeo de una matanza de rusos en ese país.
7 de febrero. Xi Jinping y Vladimir Putin firman en Pekín una declaración en la que instan a que Occidente «abandone los enfoques ideologizados de la Guerra Fría» y piden a la OTAN que descarte la expansión en Europa del Este
8 de febrero. El presidente francés, Emmanuel Macron, erigido en una suerte de «mediador» en la crisis, se reúne con Putin en el Kremlin, le pide que no vaya a la guerra y asegura, tras su encuentro, que el líder ruso le ha garantizado que «no habrá escalada». Horas después, Putin le humilla y niega haber prometido nada.
17 de febrero. El Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos se acusan mutuamente de bombardear la línea del frente en el Donbas.
21 de febrero. Vladimir Putin reconoce los territorios separatistas de Donetsk y Lugansky da instrucciones para desplegar al ejército ruso en estos territorios rebeldes de Ucrania.
22 de febrero. En respuesta a las acciones de Putin, Alemania anuncia que paralizará la certificación del gasoducto Nord Stream 2. Horas después, el presidente de EEUU, Joe Biden, confirma que sancionará a la empresa encargada de operar el gasoducto.
23 de febrero. Ucrania declara el estado de emergencia y autoriza a sus ciudadanos a tener armas. El Ministerio Asuntos Exteriores pide todos los ucranianos que salgan «inmediatamente» de Rusia y horas después sufre un ciberataque.
24 de febrero. Putin anuncia una «operación militar» en Ucrania y poco después comienzan los bombardeos en gran parte del país, incluida la capital. Las Fuerzas Armadas de Rusia neutralizan la defensa antiaérea de Ucrania y destruyen la infraestructura de las bases aéreas. La comunidad internacional condena los ataques. El presidente de Ucrania, Zelenski, activa la ley marcial y pide a los líderes mundiales «detener a Putin». Empiezan a confirmarse las noticias de las primeras víctimas de la guerra, tanto soldados, como civiles. Crédito: ElMundo.es