La nueva planta, que generará 1000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, fortalecerá la cadena de proveedores y socios industriales y tendrá una capacidad de producción de 300.000 unidades al año, de las cuales el 70% serán utilizadas para exportar a países de la región y el 30% restante para abastecer al mercado local.
A su vez, será la fábrica más moderna de la marca en la América Latina y contará con implementación de estándares World Class Manufacturing, con el foco puesto en operaciones, productos y prácticas sustentables, y en el ahorro de recursos naturales y la reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
“La obra viene avanzando tal como lo planificamos. Hace más de 30 años que tenemos presencia en Argentina y esta inversión marca un paso muy importante en el proceso de industrialización de la compañía en Argentina. Apuntamos al crecimiento del país y, además de potenciar el mercado interno, buscamos convertirnos en la marca número uno en la exportación de productos electrodomésticos”, destaca Agustín del Castillo, Gerente de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de Whirlpool.
A siete meses del comienzo del desarrollo de la obra, la construcción de la planta avanza según lo acordado y ya se encuentra en la etapa de “montaje de estructura”, que consiste en el cierre de la nave industrial para que pueda comenzar la instalación de máquinas de producción de Whirlpool.
La tercera y última fase, que será de conexión a instalaciones y cierre del Edificio de Oficinas, estará finalizada entre mayo y junio de este año. (InfoGEI)