La variante Ómicron del virus Sars-CoV-2, la predominante en el mundo en el momento actual, ya tiene tres versiones distintas. Se las nombró BA.1, BA.2 y BA.3 y la segunda tiene en alerta a los servicios de salud. Se la denominó por sus características “la Ómicron sigilosa”, porque este nuevo genoma es capaz pasar inadvertido a los métodos de detección de mutaciones tradicionales y ya se hizo presente en 35 países.
Esta versión BA.2 de la variante Ómicron se especializa, además, por su rapidez a la hora de expandirse, por lo que su capacidad de contagio es mayor a la BA.1 y BA.3. De hecho en Dinamarca se la identificó en el 35% de los casos registrados en la última semana y media.
Aún no se precisó su origen con exactitud. China fue el primer lugar donde se detectó la nueva variante BA.2 pero muchos expertos señalan que el origen de la cepa podría proceder de la India. Mientras tanto, ya circula en 35 países.
Otros síntomas
La variante Ómicron del Sars-CoV-2, en tanto, se distingue del virus original por algunos síntomas. Uno de ellos podría afectar al cerebro, y se trata de los desmayos frecuentes.
Un grupo de científicos alemanes evaluó a pacientes que habían sido contagiados con esta cepa, y notaron que muchos de ellos tenían síncopes; esto es, una pérdida brusca y temporal de la conciencia durante un breve periodo. A su vez, observaron “la ausencia de propiedades indicativas de cardiopatía estructural”.
Por otro lado, también podría llegar a generar una conjuntivitis. Esto fue advertido por la Sociedad de Oftalmología Británica del Hospital Real de Londres, pero también apareció en una investigación reciente publicada en la revista científica de la Sociedad Oftalmológica Canadiense. De esta forma, se inflama la conjuntiva, una membrana delgada que recubre el interior de los párpados. (DIB)