A raíz del operativo, en un campo de Rancagua donde desde una avioneta se arrojaron 130 kilos de cocaína se llevaron adelante una serie de allanamientos en el barrio porteño de Flores: en uno de los domicilios se halló un recorte de tela similar al que fue secuestrado en el campo de Pergamino y que es utilizado para marcar los lugares en los cuales se van a arrojar los paquetes.
Tras una investigación que comenzó en agosto del año pasado en la Fiscalía Federal de San Nicolás, a cargo de Matías Di Lello, ayer a la madrugada se detuvo a cuatro personas en el marco de un operativo realizado en un campo de la localidad de Pergamino donde se secuestraron 130 kilos de cocaína que habían sido arrojados desde un avión. El expediente está actualmente en secreto de sumario por disposición del juez federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.
La causa comenzó con la información que aportó la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino sobre una serie de personas que serían de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que recorrían la localidad en búsqueda de sitios propicios para recoger bultos que serían arrojados desde el aire. A partir de este dato, la Fiscalía comenzó una investigación donde se pudo establecer la existencia de una banda que se dedicaba a la comercialización de cocaína y cuyas actividades se centraban en el Barrio 1-11-14 de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de la investigación desplegada por la Fiscalía -con la intervención del secretario Wenceslao Hernando Insúa- y después de diversas medidas de prueba que incluyeron intervenciones telefónicas, se identificó a una mujer que sería la encargada de hacer el contacto con las personas que ingresaban los estupefacientes desde Bolivia. También se pudo establecer los roles que ocupaban dentro de la banda los distintos integrantes.
La madrugada del 19 de enero de este año, personal de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino fue parte de un operativo en las inmediaciones de un campo que había sido identificado como el lugar donde se descargaría el material. El procedimiento llevaba varios días pero por distintas cuestiones climáticas aún no se había concretado.
Cerca de las cinco de la mañana, se detectó en el campo una camioneta Amarok con cuatro hombres dentro, al mismo tiempo que se observó a la mujer investigada con otras dos personas a la vera de la autopista Pergamino-Buenos Aires. Una hora después, el personal de la Delegación observó una avioneta color oscura que, a alta velocidad, pasó unas cuatro veces sobre la zona y arrojó varios paquetes.
Se detuvo a cuatro personas y tres escaparon por un maizal.