La tercera ola pegó en la Argentina con una rapidez y fuerza inusitada. Si bien venían sucediéndose semanas con suba de casos, esta última fue una explosión de contagios y testeos, que se grafica en un dato: más de 210 mil personas pasaron aisladas la Navidad. De ellas, 74.523 son casos activos. El resto, contactos estrechos. Con los centros de testeo saturados, lo positivo llega por el lado de las camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI), que a lo largo del mes no subieron su porcentaje de ocupación, gracias a los efectos de la vacunación. A eso se suman los primeros estudios sobre Ómicron que evidencian que es más contagiosa, pero menos letal. Desestimada cualquier nueva cuarentena, el gobierno avanza en la idea de restringir los eventos masivos y seguir impulsando que la población complete sus esquemas de vacunación.
La tercera ola trastocó las Fiestas de miles de personas. Mariana Lavecchia es profesora de Educación Física de Ituzaingó. Tiene 40 años y las dos dosis aplicadas. Esta semana fue a la guardia dos veces, por dolores en el cuerpo. La primera vez le diagnosticaron cervicalgia. La segunda, angina. No se quedó tranquila, se hisopó. Dio positivo. “Teníamos un viaje programado para Bariloche con mi marido y nuestra bebé de un año y 9 meses. Lo tuvimos que suspender”. El viernes a la noche volvió al clásico Zoom pandémico. De los primeros síntomas le quedó la pérdida de olfato: “Ya me recomendaron un tip para recuperarlo. Cortar una cebolla a la mitad, ponerla en los ambientes y dejarla hasta que se ponga negra. Dicen que absorbe bacterias y vuelve el olfato. Hoy lo pruebo”.
El otro paso será lograr que el sistema de salud no desborde si crece la incidencia de UTI, algo que por ahora está lejos de ocurrir. De las 5500 camas de CABA y PBA, menos del 6% está usado por casos de Covid-19. En la anterior ola, con 9000 casos diarios se registraron más de 200 muertos. Esta semana, el promedio fue de 20 fallecimientos. Sin embargo, los casos no dejan de crecer y eso genera tensión, en la demanda y la atención del sistema público.
Actualmente la tendencia de contagios marca que no se duplican en una semana, se triplican. El viernes se registraron 16.279 casos, la cifra más alta desde julio. Si continúa todo igual, se prevén 100 mil positivos diarios para enero, similar a lo que hoy sufre Reino Unido. Pero la Argentina tiene una ventaja: es de los que más vacunó, y con las vacunas más eficientes. Nuestro país ya tiene el 83% de la población con al menos una dosis, y el 72% con dos. Similar a Canadá, y solo superada en Europa por España (83%) y Portugal (90%).
Eso marca una diferencia con las dos olas anteriores. En Provincia de Buenos Aires, el 62% de los internados por Covid-19 no está vacunado, y el 14% solo recibió una. Los vacunados que caen son quienes sufren patologías severas previas. Por eso el gran objetivo es vacunar. Unos 5,57 millones de personas aún no se dieron la segunda dosis. Sobre todo jóvenes y treintañeros. Apuntando a esta población, la más “salidora”, implementaron el pase sanitario. CABA, nuevamente, mostró su rechazo, a pesar de ser el distrito con más prevalencia de casos y fallecidos. El pase sanitario tuvo efectos concretos. En su primera semana de implementación, Santa Fe superó los 6400 nuevos vacunados mayores de 18 con primera dosis, un 22% más que la semana anterior. Y aumentó seis veces la cantidad de gente que se dio la segunda dosis. Provincia de Buenos Aires, donde la primera y segunda dosis son libres para cualquier persona, también tuvo un incremento. El jueves 16 de diciembre aplicaron 35.758 dosis 2; el martes 21 (fecha de inicio del pase) fueron 50.562.
“La multiplicación de infecciones necesariamente multiplica los casos que –aunque fueran más leves y no resulten en muertes– requieren hospitalización. Con las UTI desbordadas, algunos recibirán peor atención o ninguna. Es el ‘gran’ motivo por la cual gobiernos de Europa retomaron restricciones”, apuntó en sus redes el biólogo molecular y divulgador científico Ernesto Resnik. Y acotó: “Ómicron ya causa además problemas económicos. La gente sale menos, consume menos y el meteórico número de infecciones es disruptivo en empresas y oficinas. En EE UU muchas empresas volvieron a mandar a gente a trabajar desde casa”.
Dos pandemias
“La idea de ‘normalidad’ con alta circulación del virus siempre fue absurda. La parte optimista es que aun con la rapidez de contagios, hoy seguimos marchando hacia la fase endémica del Covid: el virus seguirá mucho tiempo, pero creará menos dolor y muertes, y lentamente bajará la circulación», continuó Resnik. Y planteó que la solución sigue estando en «alcanzar con la vacuna a los que no la tienen (en el mundo) y a los que no la quieren (incentivos con pase sanitario y/o obligación de vacuna en lugares de trabajo). Ciudades como Nueva York la exigen en empresas de más de cien empleados”.
Vizzotti explicó que Ómicron se replica en nariz y garganta y no en pulmones, como la Delta, “por eso es menos letal; casos va a haber porque la vacuna no interrumpe el contagio. Con esta variante va a haber más y vamos a tener tensión en centros de testeo”. Al arrancar diciembre, la Ciudad de Buenos Aires realizaba entre 5000 y 10 mil testeos diarios. Hoy rozan los 40 mil. “Se cuadruplicaron los testeos este mes –revela a Tiempo el subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria de CABA, Gabriel Battistella–. Es una mezcla de más casos y más contactos, pero en esta época también hay muchos testeos ‘administrativos’ que ensucian un poco, que son los que se requieren para viajes. Ocupan casi un 40 por ciento”.
A los dos días de que algunos síntomas empezaron a manifestarse “bastante claros” en su pareja, tanto ella como Juan Pablo, periodista y escritor, fueron a testearse. Primero se dirigieron a la Rural. “Pero como solo atienden a asintomáticos, tuvimos que ir al que está ubicado en la esquina del Hospital Fernández”. Ahí la escena se volvió caótica. “La sede estaba completamente desbordada, con pocas profesionales para tomar las muestras de una cola que a las 10 de la mañana se extendía una cuadra. Debimos hacer cuatro horas de cola en la calle, con los riesgos sanitarios que implica”, cuenta a este diario. Sus planes eran pasar Navidad con sus familias. Hoy están confinados en el departamento de dos ambientes: “Ella encerrada en el cuarto y yo exiliado en el living, hablándonos por teléfono con la puerta de por medio. Ventajas de la vida moderna”.
Hay otro dato que las autoridades ven con preocupación: la positividad. La OMS recomienda que sea inferior al 10%, de lo contrario, si gran parte de los que se testean dan positivo, significa que hay muchos otros infectados que no se registran. El viernes la positividad fue del 17%. “Es compleja la situación porque tenemos dos pandemias en paralelo. La de Delta, de la que tenemos una ola de casos en aumento; y Ómicron, que por ahora explotó en Córdoba pero que en una o dos semanas va a explotar en AMBA”, anticipó el bioquímico y bioinformático de la Universidad de Córdoba y del Conicet, Rodrigo Quiroga.
Una pandemia se resuelve con laboratorios, pero también con comunicación. Dos mitos se instalaron: si estoy vacunado no contagio, y no es necesario el barbijo. Pablo Toma, herrero de Parque Chacabuco, da fe de lo erróneo de ese concepto: tiene tres dosis e igual cayó. “Con tantas defensas, el virus me tiró para abajo. Dos días de fiebre, y anoche tuve que cambiar las sabanas, empapadas”.
La mayoría de los contagios ocurren en la franja etárea de 15 a 30 años. “Si en el AMBA te explota Ómicron con eventos masivos permitidos, vas a generar muchos episodios de superpropagación –advierte Quiroga–. Acá, en Córdoba, tuvimos seis o siete sucesos con hasta cien contagios. Y debemos pensar si no tenemos que restringir un poco la nocturnidad en un espacio de tiempo. Posiblemente, con pocas medidas bien apuntadas y un poco más de cuidados podamos frenar de manera temprana la ola”. «
Paro médico
Un médico de la UFU del hospital Santojanni fue agredido el viernes por una persona que esperaba para hisoparse. Tras el hecho, la Asociación de Médicos Municipales decidió una huelga para reclamarle seguridad al Gobierno de la Ciudad en las postas de diagnóstico.
Desde Sudáfrica ahora llegan buenas noticias
En Sudáfrica la continua baja de contagios indica que la ola de casos impulsada por la variante Ómicron habría pasado su peor momento. “El descenso de forma nacional, combinado con el descenso continuado registrado aquí en la provincia de Gauteng, que durante cuatro semanas ha sido el centro de esta ola, indica que hemos pasado el pico”, aseguró Marta Nunes, investigadora del Departamento de Análisis de Enfermedades Infecciosas y de la Universidad de Witwatersrand.
Europa ya atraviesa la sexta ola, signada por récord de casos (impulsados por Ómicron) pero con menos muertes. España sufrió otro retroceso al superar los 60 mil nuevos casos en un día durante la semana, lo que motivó que volviera el uso obligatorio del barbijo en la calle. Francia, Italia y Alemania tienen picos nunca antes registrados, y los Países Bajos (con un gobierno de derecha) dictaminó el retorno de las restricciones hasta el 14 de enero: cierre de escuelas, universidades, tiendas no esenciales y deporte de aficionados. En Uruguay iniciarán la vacunación a menores de 11 años el 14 de enero. Mientras, el Ministerio de Salud dispuso nuevos protocolos: ante contacto estrecho, ya no será necesaria la cuarentena ni el testeo para personas con tres dosis de la vacuna que no sufran síntomas.(TIEMPO ARGENTINO)