(A 24.com) Esperó con ansias el día durante estos casi diez meses sin su hija. Patricia Nasutti perdió 45 kilos en su lucha para que se haga Justicia por Úrsula Bahillo, la adolescente víctima de femicidio que tenía 18 años el 8 de febrero pasado cuando fue apuñalada en un paraje rural, a 10 km de Rojas, en la provincia de Buenos Aires.
Martínez, de 25 años, está acusado por «homicidio doblemente calificado por tratarse de una mujer cometido por un hombre mediante violencia de género (femicidio) y por mediar alevosía”.
En la primera audiencia declaró ante los jueces Carina Piegari, Claudia Dana y Esteban Melilli. Negó ser el dueño del cuchillo que encontraron cerca del cuerpo de Úrsula.
«Las expectativas para el juicio son las mejores. Vamos a demostrar, tanto nosotros como la fiscalía, la autoría de Martínez respecto del delito de homicidio agravado por una relación de pareja, el femicidio y un tercer agravante que es que actuó con alevosía«, agrega. La acusación está a cargo del fiscal Sergio Terrón.
Con qué indicios se arriba al juicio
El cuerpo de Úrsula quedó tendido entre pastizales en un campo a unos 13 km en las afueras de Rojas, donde vivía la joven vivía junto a su mamá Patricia y su papá Adolfo. Apareció cerca de las 20.30 en el paraje rural Guido Spano, cerca encontraron un cuchillo. Ahí también detuvieron a Martínez, que estaba a metros, en el interior de su auto, un Peugeot.
«Está acreditado que fue la única persona que tuvo contacto con la víctima», explicó Basso. Además, Martínez intentó escaparse del lugar corriendo. Durante su declaración Martínez negó haber querido irse de la escena del crimen escapar y buscó justificar el hecho de haber corrido.
La autopsia arrojó que el cuerpo presentaba 3 cortes en el cuello y una decena entre el pecho y el abdomen. Según la investigación, luego de haber apuñalado a Úrsula, el policía llamó a su tío y le dijo: «Me mandé una cagada». El hombre, que también es policía, llamó al 911. También declaró durante la primera audiencia de este viernes.
Tanto la familia de Úrsula como la Fiscalía pedirán la pena de reclusión perpetua. Se prevé que durante las audiencias se presentarán entre 9 y 12 testigos.
Quién es el policía acusado
Martínez cumplía funciones como efectivo de la comisaría 2 de San Nicolás y tenía denuncias de otras parejas por violencia de género. Úrsula y su familia vivían con miedo a un posible ataque.
A mediados de enero la adolescente se había acercado a la Comisaría de la Mujer. Allí lo denunció por haber incumplido las medidas de restricción perimetral que le habían impuesto ante otra denuncia que ya había hecho. También por amenazas. «El asesino no soportó que ella lo dejara. Dejó una carta despidiéndose de sus hermanas y sus padres», dice Patricia.
Según se conoció tras peritaje de los teléfonos celulares de Úrsula, Martínez engañó a la joven el día del crimen: le pidió un encuentro para aclarar algunas “cosas”.
Tras el asesinato de Úrsula, recibió una condena por otro caso de violencia de género. También se lo acusa por violar a una niña con discapacidad.
Cómo se llegó al femicidio
Úrsula y su familia habían pedido ayuda más de una vez. Pero ninguno de los organismos del Estado actuó a tiempo para evitar el crimen. Martínez tenía al menos cinco denuncias por violencia de género. En la última, la madre de la adolescente había solicitado el botón antipánico.
«Tuve una reunión con la jefa de seguridad, me prometieron el botón y nunca llegó», dijo tiempo atrás Patricia a A24.com. Y explicó que, en el Municipio de Rojas no se lo dieron porque no contaban con esos dispositivos en funcionamiento, y según el área de Género y Diversidad local, no habrían recibido el oficio judicial con
la aprobación.
El letrado asegura que Patricia le llevó al juez de Paz de la ciudad de Rojas como prueba fotos de un celular y una testigo menor de edad que habrían acreditado que Martínez «rompía la restricción perimetral» que le habían impuesto ante las amenazas a Bahillo. «El juez Callegari, de Rojas, desestima la denuncia de la mamá porque entiende que esas fotos no acreditaban» que el que se veía en ellas era el auto del policía.
«El Estado es el máximo responsable en todo esto. A Úrsula le pasó esto porque el Estado no estuvo a la altura de las circunstancias. Si el juez de Mercedes hubiese resuelto, cuando el fiscal le solicitó la detención de Martínez, Úrsula hoy estaría con vida«, dice a A24.com el dr. Fabián González, quien llevará adelante la demanda civil donde la familia exigirá un resarcimiento económico.(A24)