Argentina mostró los resultados más bajos que el promedio de Latinoamérica y el Caribe en cuatro de las cinco pruebas de desempeño escolar que fueron tomadas en 2019 como parte de un estudio regional realizado por la Unesco, cuyos resultados fueron dados a conocer este martes.
El Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 también revela que Argentina retrocedió en su desempeño en todas las evaluaciones respecto de la medición anterior, realizada en 2013. Además, si se toma el estudio de 2006, nuestro país pasó de estar por encima del promedio de la región en Matemática y Lectura a estar por debajo del promedio en esas dos disciplinas más Ciencias Naturales.
El ERCE 2019 fue llevado adelante por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc) de la Unesco.
En Argentina, donde participaron 10.073 alumnos, en el área de Lectura los estudiantes de tercer grado obtuvieron 689 puntos, inferior al promedio regional (697 puntos), y los de sexto alcanzaron los 698 puntos, igual al promedio regional (698).
En Matemática, Argentina consiguió tanto en tercer como en sexto grado 690 puntos, por debajo de la media regional (697 y 698, respectivamente).
En Ciencias, Argentina también tuvo resultados inferiores al promedio regional de 702 puntos, ya que sus estudiantes de sexto grado -no fueron evaluados los de tercero- alcanzaron los 682 puntos.
Por otra parte, el estudio evidenció diferencias de género en el desempeño escolar, con brechas a en el área de Lectura a favor de las mujeres en ambos grados, y brechas a favor de los varones en Matemática en sexto grado.
Según el estudio, en Argentina los factores que se asocian a mayores logros de aprendizajes son el acceso a la educación preescolar, los días de estudio semanales, el involucramiento y las expectativas de los padres y el mayor nivel socioeconómico de las familias.
Críticas a la desinversión
Las pruebas fueron tomadas en 2019, durante el Gobierno de Mauricio Macri y antes de la pandemia de coronavirus, de modo que aún falta saber cuál fue el impacto del cierre de las escuelas.
El ministro de Educación, Jaime Perczyk, vinculó el “bochazo” de nuestro país a la desinversión educativa de la administración Macri en el periodo 2016-2019. “Mientras que entre 2003 y 2015 el gasto consolidado aumentó en promedio un 2,7% del PBI, pasando del 3,4% al 6,1%, entre 2016 y 2019 cayó en más de 1,3 puntos del PBI cerrando en 4,8%. En términos per cápita, esta sustancial caída de la inversión educativa significa que el Estado Nacional destinó a cada estudiante, en términos reales (base 2020), $10.886 menos por año”, señaló en la red social Twitter.
Asimismo, dijo que “la desinversión educativa durante 2016-2019 tuvo lugar en un número importante de las áreas de la educación: formación docente, infraestructura, innovación, evaluación, conectividad y tecnología, políticas socioeducativas, educación superior y FONID”. Y agregó que la única manera de garantizar el pleno derecho a la educación y los aprendizajes de los estudiantes es con un Estado activo que financie de forma sostenida e integral el sistema educativo.
Otra de las voces oficiales críticas fue el de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, quien dijo que “el desprecio por la educación pública del Gobierno de Macri nos llevó a un piso histórico. Las evaluaciones del 2019 muestran el daño infringido por la desinversión en el área. Desde ese desastre, más las consecuencias de la pandemia, estamos reconstruyendo”. (DIB)