Continua el estado crítico en el río Paraná y la altura actual de 0.12 cm remonta a los datos históricos del año pasado cuando se registraron valores por debajo de los 0.15 centímetros. La tendencia climática no es la mejor, por lo que se espera que no haya una posible recuperación del nivel del agua en los próximos meses.
Según publicó el portal OpinandoSanNicolás, frente a este pronóstico, el Instituto Nacional del Agua (INA) estableció una alerta por la bajante.
La institución definió que “es alta la probabilidad de un agravamiento de la bajante en el río Paraná”. Ante el estado crítico presentado, advirtió que “con la tendencia prevista, todo el tramo del río Paraná en territorio argentino alcanzaría niveles de similar orden a los registrados en el año más bajo de la historia registrada, que fue en 1944”.
En este marco, el INA indicó que “no se espera una mejora sensible en los próximos meses”, y seguidamente adelantaron que “el mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”.
Cabe señalar que, el río se mantiene con una tendencia bajante que prevalece desde el año pasado, con alturas muy por debajo de los límites de aguas bajas en varias ciudades de Santa Fe y Entre Ríos.
En otro orden, la preocupación crece porque “a raíz de la bajante varias embarcaciones quedaron encalladas en barro seco, salieron a la luz numerosos bancos de arena, anclas antiguas, peces grandes quedaron estancados en bancos de arena y dado el contexto autoridades municipales y provinciales observan detenidamente este fenómeno con intenciones de accionar rápidamente para prevenir posibles problemáticas en el abastecimiento de agua potable”, informaron.
En este marco, afirmaron que “también en algunos sectores del río se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe; y se registraron importantes desmoronamientos de islas cercanas al puente que une Rosario y Victoria”.
Por otro lado, manifestaron que “la población de peces del Paraná depende de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de ciertas especies, algo que se corrobora con los pescadores y comerciantes, quienes aseguraron que la pesca bajó notablemente respecto a años anteriores, al igual que las ventas”. (InfoGEI)