El fin de semana pasado plaza San Martín tenía igual número de personas que cualquier fin de semana con tiempo primaveral antes de la pandemia. Pero no era lo único. El complejo del Lago Municipal “Whilmar Cuneo” y la Isla del Lago estaba abarrotada de personas. Así podríamos describir sectores del boulevard 17, y otros paseos públicos y privados.
En ese lapso en cualquiera de los sitios no se observó ni lista de lugares de donde concurrían ni control de temperatura. Por contrapartida la pandemia de coronavirus no da descanso. En este momento existen víctimas del Covid 19 que tienen secuelas respiratorias y cardíacas. En uno de los casos la persona hace cuatro meses que está en tratamiento.
La conducta pública y privada hace que el sector de salud colonense pueda sufrir también un colapso (solo existe cinco camas de terapia intensiva). No abramos la puerta del infierno. Las camas de terapia intensiva escasean en nuestra región.
Por contrapartida la edad de las personas que contraen la enfermedad en nuestra ciudad que tiene en alerta al mundo por sus daños en lo social y económico baja en forma dramática. Ya no son las personas de edad, si el virus ataca a jóvenes, adolescente y niños.
Está pandemia, la situación nos pide responsabilidad…para no dañar el entramado económico por ser permisivo en los controles.