Ante la escasez de vacunas a nivel mundial y ante una inminente segunda ola de contagios, el Consejo Federal de Salud (Cofesa), que reúne a los ministros provinciales de todo el país, decidió este viernes diferir hasta la semana 12 la aplicación de la segunda dosis de todas las vacunas contra el coronavirus.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, se reunió con sus pares provinciales antes de que se diera a conocer la nueva recomendación, que está alineada con otras medidas tomadas en países como Canadá y el Reino Unido.
Según acordaron los ministros, en este momento donde los casos siguen subiendo constantemente es preferible que más personas tengan alrededor del 70% de inmunización, en lugar de que haya menos personas con un porcentaje de inmunización relativamente mayor.
“Si la diferimos unos meses (la segunda dosis) cubrimos más rápido a más personas para cumplir con nuestro objetivo que es bajar la mortalidad y luego se puede organizar todo el programa de vacunas para dar la segunda dosis”, había explicado Vizzotti días atrás.
Esta estrategia es posible de realizar con aquellas vacunas que contienen dos componentes iguales, como el caso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca o la de Sinopharm. No aplica para la Sputnik V, que tiene dos componentes distintos: en el caso de esta opción, a medida que lleguen los segundos componentes de Moscú se procederá a su aplicación. Según reconoció Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya que desarrolló está fórmula, el intervalo entre la primera y la segunda inyección podría llegar hasta 60 días sin reducir la eficacia de la vacuna.
Ahora bien, cada distrito podrá adoptar la recomendación según se ajuste a su estrategia de vacunación y a las particularidades de su población. Las autoridades de las carteras de Salud de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires se mostraron en los últimos días favorables a adoptar esa estrategia.
El jueves, Nicolás Kreplak, viceministro de Salud bonaerense, destacó que existen muchas razones para entender que con una sola dosis uno ya tiene un proceso de inmunización. Y detalló que se estaba viendo en muchos países del mundo que dar más tiempo a la segunda dosis era incluso beneficioso en términos de la inmunidad final alcanzada por las personas vacunadas.
“Incluso como política sanitaria, lo que está diciendo todo el mundo es que nos conviene, para enfrentar la enfermedad, poner una sola dosis a todos rápido y la segunda en unos meses, más adelante”, agregó Kreplak.
La idea de diferir la segunda dosis en un contexto en el que hay más demanda que vacunas “podría ser una estrategia para tener a mayor población con protección en menor tiempo”, explicó días atrás la presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).
“La eficacia protectora de una primera dosis oscila como mínimo entre el 60 y el 70 por ciento según el tipo de vacuna, pero esto es variable. Hay que tener en cuenta que los anticuerpos comienzan a generarse a los 15 días después de recibir esa dosis”, puntualizó la especialista. (DIB)