Investigadores descubrieron recientemente el primer fósil de zorrino (Conepatus) en Junín que, por lo que se pudo averiguar hasta el momento, tendría una antigüedad de entre 8 y 32 mil años y fue encontrado en las riberas del río Salado por el profesor de Biología Hernán Paduani.
En diálogo con Democracia, los investigadores explicaron que constituye el primer hallazgo de un fósil de este animal en nuestras tierras.
“Para quien trabaja en alguna actividad relacionada con la paleontología es muy común encontrar restos de animales gigantes, de más de 3 metros de largo y superpesados, pero en ocasiones, también aparecen restos de animales pequeños, cuya importancia es mayor debido a la escasez de estos micro-hallazgos”, explicaron.
De hecho, en una visita al Museo Legado del Salado, realizada por prestigiosos paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales, grande fue su sorpresa al observar, en una de las vitrinas del museo, la mandíbula de un pequeño mamífero carnívoro.
“Uno de ellos, Nicolás Chimento, nos confirmó el género al que pertenecía: Conepatus, cuyo nombre común es zorrino, que es una especie común en la pampa bonaerense. Su hermoso pelaje y el apestoso olor que emana de sus glándulas forman parte del folklore de estas tierras. En cuanto a su alimentación es omnívoro, come tanto frutas como insectos y huevos. Generalmente es un animal pacífico, pero cuando se siente hostigado suele responder emanando una sustancia fétida desde sus glándulas anales, que se impregna en el pelaje del atacante y lo obliga a alejarse”, señalaron.
Escasos registros
Poco se sabe de zorrinos fósiles, ya que son escasos los registros de este animal en los sitios paleontológicos bonaerenses. Según se ha comprobado con la información que se dispone, este zorrino fósil era de un tamaño similar al actual, aunque poseía un hocico más corto y una mandíbula más fuerte y robusta.
“Como siempre, el río Salado es una fuente inagotable de sorpresas, cada visita de algún científico depara en el descubrimiento de que hay una nueva especie para catalogar ¿Quién sabe qué nueva sorpresa nos deparará?”, concluyó José Ignacio Zuccari, profesor de Geografía e integrante del museo.