Este tema, que se completa con las periódicas pulseadas para imponer bolsas de trabajo, o con los transportistas que intentan captar más afiliados para sus filas, complican el panorama empresario. Y no es lo único, ya que hechos recientes de aparente contrabando acaecidos alrededor del río Paraná, ya generaron más de una consulta de varias casas centrales de multinacionales granarias que operan en el país, pidiendo explicaciones. Es que tanto en Estados Unidos, Canadá, o Europa, semejantes cuestiones no son aceptables y son sancionadas directamente en forma interna, y no solo por el país donde se cometieron. A su vez, luego de los ataques terroristas contra los EE.UU. de septiembre de 2001, la Organización Marítima Internacional (OMI), de las Naciones Unidas, trabajó intensamente, junto con los países interesados, para impedir que el transporte marítimo se convierta en blanco del terrorismo internacional y de otros actos ilícitos como el contrabando.
Según comentaba uno de los más activos, de comprobarse irregularidades, “los puertos argentinos podrían rebajar su categoría en términos de seguridad, lo que elevaría las primas de riesgo y la Argentina perdería, consecuentemente, competitividad internacional y así mercados internacionales, al encarecer los productos locales de exportación”, comentaba el hombre.(AMBITO)