Debido a la sequía y la bajante que afectan al río Salado, decenas de restos fósiles fueron hallados en cercanías de la localidad bonaerense de Junín, en el tramo que va de la Laguna de Gómez a la Laguna El Carpincho.
José Marchetto, coordinador del Museo Municipal Paleontológico Legado del Salado (Mumpa) de Junín, precisó a DIB que se trata de restos de animales que habitaron la zona hace miles de años atrás, por lo que tienen “valor cultural y científico” y constituyen un “legado patrimonial”.
“Los fósiles nos enseñan cómo era la vida en nuestro planeta, nos hablan de seres vivos que ya no existen, de la evolución de los seres vivos en general y de los eventos que llevaron a su extinción, nos transmiten la información de lo que fue la vida en nuestro planeta, nos permiten reconstruir nuestro pasado, así como darle relevancia al presente y al futuro en cuanto a nuestra relación con el medio ambiente”, subrayó Marchetto.
En este caso, fueron hallados restos fósiles de la llamada megafauna que habitó la región hace más de 10.000 años. “Se rescataron piezas de Macrauchenia, un animal que en su morfología era muy similar a la llama, pero más grande y más pesado, ya que alcanzó los 1.000 kilogramos, con una trompa corta, similar a la del tapir y tres dedos por pata”, indicó el especialista, y añadió que también fueron encontradas piezas de Stegomastodon, un animal emparentado con el elefante; partes de Toxodón, similar al hipopótamo; restos de perezosos gigantes, entre ellos de Megaterio; y fósiles de Gliptodontes, animales emparentados con las actuales mulitas y armadillos.
“También aparecieron piezas de organismos un poco más pequeños como de Equus Neogeus, emparentado con el caballo actual, y morfológicamente hablando, prácticamente igual al mismo o el género Dusicyon, que reúne a varias especies de zorros”, indicó el experto.
Cuestión legal
Marchetto destacó que la tarea de rescate e investigación de fósiles se rige por la Ley Nacional de Protección del Patrimonio, la 25.743.
“Los fósiles no tienen valor económico, no son de nadie, son de todos, o sea, son patrimonio de la nación, por lo que deben estar en un museo para que todo el mundo pueda verlos y al alcance de los científicos para que puedan estudiarlos”, explicó.
En ese sentido, indicó que quien se lleva un fósil puede estar cometiendo un acto de vandalismo, o bien un hurto, y la ley puede implicar desde el pago de multas hasta el cumplimiento de condenas en la cárcel.
Como recomendación a la comunidad, Marchetto señaló que “si alguien en una caminata, o en una salida de pesca, ve algo que cree que es un fósil, pedimos que avisen al museo, lo mismo si tiene piezas en su casa”.
En ese sentido, destacó la actitud de los juninenses, así como del Gobierno municipal, de las fuerzas de seguridad y el Centro de Registro de Patrimonio Arqueológico Paleontológico, que están al tanto de la situación y colaboran mucho con el museo. (DIB)