(Por Victor Calvigioni) En los últimos meses de 2010 y los primeros meses del 2011, la oficial de la Policía Bonaerense Juana Preciado secuestró una cantidad de cocaína que no se igualó ni antes ni después. En nuestra ciudad fueron días donde nos sumergimos en un submundo donde todos hablaban pero que nadie combatía.
Sin embargo, el premio a su trabajo fue el traslado de jurisdicción. Nunca más se dieron golpes de esta envergadura al narcotráfico de cabotaje. El comercio ilegal había evolucionado del hallazgo de piedras de cocaína (raspa) a fines de los noventa y venidas de países limítrofes hasta las tizas traídas de las villas del conurbano.
La oficial colonense con sus operativos, y su contracción al trabajo trajo una bocanada de aire puro e hizo nuevamente confiar en la Policía Bonaerense. De bajo perfil, respetuosa de las normativas, de buen trato hacia la gente y hacia el periodismo fue el agente de policía con mayor éxito en sus funciones que tuvo nuestra ciudad. En esa época hubo varias preguntas ¿A que intereses económico molesto? ¿Qué personajes hicieron que se fuera?.
La excelente actuación de la oficial Preciado en el poco tiempo que estuvo en la DDI subdelegación Colón fueron contundentes
Los operativos
Uno de los primeros operativos antinarcoticos fue llevado a cabo en febrero 2011, en una vivienda de 42 y 128. En el sitio se secuestraron 26 tizas de cocaína. Cada una de ellas pesaba 10 gramos e hizo total de 260 gramo. También se pudo detectar una balanza de precisión y teléfonos celulares. La policía detuvo a dos personas una mujer de 45 años(A) y su hijo de 21 años (R).
Una fuente policial calificada en ese momento señaló que los detenidos podrían ser abastecedores de revendedores (dealers) que a través de diversas formas abastecían a los consumidores. Según se supo la modalidad de venta de los detenidos era por tiza.
Los colonenses no salieron de su asombro por la cantidad de cocaína que se iba secuestrando. En octubre de 2010, se realizaron varios operativos en una casa cercana a calle 11 y 42 y simultáneamente en una segunda vivienda, ubicada en calle 7 entre 60 y 62. En ambas viviendas se encontraron cuatro envoltorios de cocaína pesando 42.20 gramos y 70 gramos y un envoltorio conteniendo 31 gramos en el auto propiedad del allanado.
También la oficial Preciado investigó a una persona que realizaba periódicos viajes a distintas ciudades. En un operativo que se realizó en Ruta Nacional Nº8, se determinó que una persona que tenía por oficio realizar el servicio de remis en un auto Peugeot modelo Expert (era el propietario) y que estaba ubicada en calle 47 y 15 del barrio Centenario traía cocaína a nuestra ciudad, y a través de su “cobertura” clientes que utilizaban su servicio en el interior de la ciudad los proveía. En su poder se encontraron 210 gramos de cocaína de máxima pureza. (21 tizas). La misma se podía “estirar” y llegar a casi un kilo que se podía disponer en paquetitos de 1 gramo.
El remisero realizaba mediante los viajes la distribución de la droga entre sus clientes. El hombre de 33 años y su localidad de origen era San Martín en el conurbano bonaerense.
En otro procedimiento judicial que se realizó en Ruta Nacional Nº8, en cercanías de Pergamino se detuvo a un hombre de 30 años cuando se dirigía rumbo a la ciudad de Colón, donde todavía tiene el domicilio con una importante cantidad de clorhidrato de cocaína.
A raíz de ese procedimiento, personal de Drogas Ilícitas de Pergamino realizó allanamientos en dos viviendas de la localidad de San Pedro vinculadas a esta persona, donde hallaron una cantidad importante de cocaína, un arma de fuego, varios teléfonos celulares y chips, agendas con nombres de los distribuidores y una importante cantidad de dinero en efectivo.
El trabajo de la Policía bonaerense se realizó, en un operativo conjunto con personal de Drogas Ilícitas, división Investigaciones, y la Comisaría Segunda de Pergamino, en la intersección de Ruta N°8 y Silverio Vázquez, donde detuvieron la marcha de un automóvil marca Fiat Uno de color rojo, procedente de las localidades de San Pedro y Arrecifes.
El vehículo era conducido por un sujeto domiciliado en Colón la que se le secuestraron varias “tizas” de clorhidrato de cocaína y “monedas” de la misma sustancia. En el auto hallaron además teléfonos celulares y anotaciones en papel con distribuidores
Tiros al aire
Otro procedimiento antidrogas se realizó en boulevard 50. En este sentido, dos autos de la DDI se aproximaron al vehículo marca Peugeout 205 GLD, patente BZA 657, y el que guiaba el auto se desembarazó de una caja.
La oficial Preciado que estaba a cargo del procedimiento, quedó custodiando la caja y dos mujeres que estaban en la vereda fueron testigos del movimiento del narcotraficante. La pareja detenida huyó hacia la plaza San Martín siendo detenida por agentes de la DDI, después de realizar dos disparos al aire.
En el interior de la caja se encontraron 36 tizas de cocaína cuya reacción habría dado positiva a la prueba y eran de máxima pureza. El detenido tenía un comercio de venta de repuestos de motos en las cercanías donde fuera aprehendido. Según los cálculos más de mil dosis de cocaína que duraban una semana. En ese momento había personas jóvenes que consumían hasta 10 gramos del estupefaciente diarios.
Más procedimientos
Un importante operativo se llevó a cabo en un kiosco cercano a 19 y 59 bis, donde se detuvo a una pareja joven y se secuestró cocaína, dinero en efectivo y una balanza con elementos de cortes.
Un segundo procedimiento se realizó en una casa de calle 20 entre 55 y 56, donde los agentes la encontraron deshabitada. Se sabe que los policías secuestraron teléfonos celulares y papeles importantes para la causa judicial.
En el primer sitio (kiosco) se secuestraron 6000 pesos, clavos con restos de cocaína para triturar las tizas, sustancias de cortes y cuchillos con restos de drogas (lo utilizaban para cortar la droga).