Pese a las varias y precisas herramientas implementadas por el Gobierno para paliar sus efectos, la pandemia de COVID 19 en la Argentina generó, según datos del segundo trimestre de este año, un avance importante en los niveles de pobreza e indigencia en todo el territorio nacional.
Esos efectos, sin embargo, no tuvieron una dimensión similar en términos de aumento de la pobreza y la indigencia en todas las regiones y provincias argentinas. Un análisis pormenorizado de los datos proporcionados por la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el INDEC permitió actualizar un Mapa Argentino del Hambre y la Pobreza, de acuerdo con un trabajo difundido por el Instituto de Pensamiento y Política Públicas, IPyPP, que conduce el economista, y miembro del directorio del Banco Nación, Claudio Lozano.
Con la coordinación de Ana Rameri, el equipo integrado por el propio Lozano, Agustina Haimovich e Ignacio López Mieres recuerda en el trabajo que el país ya había experimentado un salto notorio en los niveles de pobreza e indigencia en los últimos dos años del mandato presidencial de Mauricio Macri. Ese salto había consolidado profundas diferencias estructurales en los niveles de vida de las distintas regiones del país que, en términos generales, mostraron siempre mejores condiciones para los habitantes de la región pampeana y la Patagonia que para quienes viven en el Noroeste y en el Nordeste.
Los efectos del Covid-19
Los efectos de la pandemia, como se sabe, empezaron a mostrar un fuerte impacto sanitario, económico y social a partir de marzo. En el segundo trimestre, el Producto Bruto Interno ya mostraba una contracción del 16,3 por ciento y se habían perdido 3,7millones de puestos de trabajo en comparación con el primer trimestre. El trabajo del IPyPP desagrega por trimestre los datos semestrales que ofrece el INDEC sobre pobreza e indigencia, lo que permite establecer que, para el segundo trimestre ya impactado de lleno por la pandemia, el índice nacional de pobreza llegó al 47 por ciento, y el de indigencia al 12,4 por ciento.
AMBA la más castigada
Como sucedió hasta hace muy pocas semanas, el peso mayor del impacto del COVID19 en término de cantidad de contagios y muertes se dio en el territorio de la ciudad de Buenos Aires y del Conurbano Bonaerense, un ámbito conjunto que también sufrió las peores consecuencias sociales y económicas de la pandemia. La distribución de los efectos por distrito, en todo caso, muestra que 5 provincias superan hoy la media nacional de pobreza de 47 por ciento.
La provincia de Buenos Aires encabeza esa lista, con un 53,9 por ciento de pobreza, seguida por Chaco (50,8), Salta (49,9), Río Negro (48,4) y Neuquén (47,5). Por sobre la media nacional de indigencia, 12,4 por ciento, están Chaco (18,4), provincia de Buenos Aires (15,7), Santa Fe (15,3) y Salta (13,9). En la ciudad de Buenos Aires, aunque no supera las medias respectivas, la pobreza creció un 60 por ciento y la indigencia, 50,5 por ciento.
Condicionamientos
La situación de extensión de la pobreza y la indigencia que, aún con las diferencias marcadas, impacta en todo el país, ahora plantea un conflicto con el proyecto de Presupuesto 2021. El texto está confeccionado para reducir gastos en función de la necesidad de acordar con el Fondo Monetario Internacional la reestructuración de la deuda contraída con el organismo por Macri. No prevé, por lo tanto, partidas para aplicar programas de compensación de la situación social como los implementados este año, cuando en realidad la solución de la pandemia todavía no está a la vista.(InfoGEI)