(Por Victor Calvigioni) Se trata de Luis Abel Pratto. La familia era oriunda de la localidad de Ascensión. Se radicó en nuestra ciudad a mediados de la década de los cincuenta por un traslado.
Abel Pratto -padre de Luis- fue policía y se jubiló en la repartición con el grado de suboficial mayor. En sus épocas de juventud práctico boxeo, realizando varias peleas en forma amateur.
A fines de los años cincuenta, la familia se trasladó a la ciudad de La Plata. Luis Pratto contaba con cinco años. En su juventud regresó varias veces a la ciudad.
La historia
En la década de los noventa fue protagonista del homicidio de una mujer en la capital provincial y condenado a cadena perpetua. También participó en el secuestro de Ariel Perretta y murió al escapar de la policía corriendo en forma desesperada y víctima de un paro cardiaco.
Una historia que abarca de estar como buzo táctico de la policía de la provincia de Buenos Aires a matar y secuestrar.
El ex colonense murió de un ataque cardiaco cuando escapaba por los techos del sitio donde había tenido secuestrado al joven Ariel Perretta. La casa se encontraba en el barrio “Las Tonas” de General Pacheco en el tercer cordón del conurbano bonaerense.
En ese momento la fiscalía de Morón junto a la división antisecuestro de la bonaerense estaba investigando el rapto de Perretta. El joven que provenía de una familia de clase media alta y tenía solo 24 años. Su padre estaba radicado en el partido de la Matanza y era propietario de una empresa metalúrgica.
El fiscal probó que el ex colonense Luis Pratto, alias “Master” fue el miembro de la banda dispuesto para atender a la víctima del secuestro. Según se supo, preparaba el almuerzo y la cena y estaba atento a los pedidos de la víctima.
Sin embargo, cuando la Brigada antisecuestro de la Policía Bonaerense ingresó a la precaria casa, después de ubicarlo con los elementos electrónicos de aquella época, Pratto escapó por los techos de las viviendas.
El ex colonense huyó junto al uruguayo Juan Rosales, propietario de la vivienda en donde estuvo retenido el joven.
Cuando escapaba, Pratto sufrió un infarto y su cuerpo fue encontrado por la policía. La autopsia reveló el motivo de su deceso
«El Master» estuvo cuidando y vigilando a Ariel, mientras el joven estuvo encadenado a una de las paredes de la casilla donde permaneció encerrado. Las necesidades las debía realizar en un tarro y permanecía con los ojos vendados
El secuestro
El secuestro de Ariel Perretta se perpetro el jueves 10 de abril del 2008, cuando se dirigía a bordo de su auto Peugeot 206, color negro a la empresa de su padre, una fábrica de filtros para autos ubicada en el partido de La Matanza.
Tras la captura, el joven se comunicó con su progenitor por medio de su teléfono con handy para decirle que estaba secuestrado.
Tras esa prueba de vida, los captores exigieron a la familia de la víctima tres millones de dólares para liberar al joven, pero con el transcurso de los días bajaron sus pretensiones a un millón de dólares.
En total fueron cinco los delincuentes detenidos. La investigación en el expediente judicial indicó que los miembros de la banda “rancheaba” en la Cárcel de Olmos donde Luis Pratto estuvo detenido y condenado por el homicidio de Silvia Garriador.
El asesinato
En la década de los noventa, Luis Abel Pratto (tenía 43 años) fue acusado y condenado por el asesinato de Silvia Garriador un hecho que conmovió a la ciudad de La Plata. La mujer era la hija de un empresario platense dedicado a la gastronomía.
El 28 de julio de l995, Luis Pratto, circulaba por la ciudad de La Plata en compañía de su amigo Pedro Jadra Tau con domicilio en Bahía Blanca. El ex colonense lo conocía de sus viajes a esa ciudad sureña para inspeccionar la sucursal de la casa de comida “Il Tetto” cuya propiedad era de Juan Grisolia.
Jadra Tau se bajó a realizar una diligencia. Pratto continúo la marcha a bordo de un Ford Escort, color bordo. El destino hizo que esa tarde se encontrara con Silvia Ga-riador (30). La joven mujer guiaba una camioneta Renault Express.
El ex colonense pensó que la mujer iba escuchando música y bailando en el interior del auto.
Luis Pratto le gritó “hija de puta” dio con su Escort una vuelta en “U” en pleno centro de la ciudad y comenzó fuera de si a perseguirla; puso el auto a 160 kilómetros para lograr su cometido.
Muy pocas cuadras después en el semáforo de 19 y 526, pudo alcanzar a Garriador,
Pratto cruzó el auto, se bajo y en plena vía pública le efectúo cinco disparos en el pecho a la mujer con un revolver calibre 38.
La joven según las pericias murió en el acto. Un policía bonaerense que estaba de franco observó la escena, cuando estaba parado en el semáforo con un viejo y destartalado Valiant I, modelo 1961. El ex colonense subió al Escort y huyó. El uniformado lo persiguió por varias cuadras disparándole con su pistola 9 milímetros. Pero el asesino pudo finalmente escabullirse.
El 29 de julio detienen a Luis Abel Pratto. No ofrece resistencia y poco después confiesa ser autor de los disparos que dieron muerte a Silvia Garriador.
El Juez Titular del Juzgado Nº 5 Dr. Graciano había ordenando su libertad bajo la fianza de 150 mil pesos. La Cámara Penal revocó la decisión.
En juicio Oral y Público fue condenado a prisión perpetua. Sin embargo trece años después recuperó la libertad y poco después rapto a Ariel Perretta.