Los pergaminenses sufrieron un accidente con su auto en enero, en Catamarca. El “10” y actual DT del equipo platense, se enteró por estos días del trago amargo que vivieron papá Ernesto, mamá María Cristina y los pequeños Priscila y Antonio y les envió el presente
Un lindo gesto tuvo Diego Armando Maradona la semana pasada con la familia Lobo que se accidentó con su auto en enero, en la provincia de Catamarca. Los cuatro pergaminenses (papá Ernesto, mamá María Cristina y los pequeños Priscila y Antonio) transitaron días angustiantes y en febrero recibieron el alta médica y regresaron para nuestra ciudad para continuar con la recuperación.
En La Plata, Maradona se enteró del difícil trago que logró superar la familia Lobo y les envió una remera de Gimnasia (equipo al que conduce técnicamente en la Primera División del fútbol argentino) como obsequio. Las gestiones para conseguir esa indumentaria las hizo el equipo Senior de Douglas Haig, que en un primer momento analizó la opción de rifar la ropa para reunir dinero y ayudar a la familia pergaminense con el tratamiento. Sin embargo, la pandemia frenó esa idea y el pasado martes arribó la remera a Pergamino. Ernesto, María Cristina, Priscila y Antonio quedaron fascinados al recibir el obsequio del “10”.
El siniestro
Cuando todo parecía ser el inicio de unos días de vacaciones en la provincia de Tucumán, la familia sufrió un accidente el domingo 19 de enero a la mañana en la localidad cordobesa de Lucio V. Mansilla. Los hijos del matrimonio resultaron con lesiones de consideración y quedaron internados en el Hospital Eva Perón, de Catamarca.
Ernesto Lobo, de 35 años, y su esposa María Cristina Amarillo, de 33, habían decido viajar a tierras tucumanas para pasar unos días de descanso junto a los familiares que residen en esa provincia norteña, acompañados por los pequeños Priscila 13 y Antonio 8, cuando según el propio relato del conductor se reventó una cubierta trasera de su Fiat Siena de color negro, se cruzaron al otro carril y terminaron volcando en el kilómetro 924 de la ruta Nº 60. Producto del fuerte impacto los mayores terminaron con algunas lesiones, aunque la peor parte la llevaron los pequeños quienes sufrieron golpes importantes que complicaron seriamente sus vidas.
Priscila fue operada de la séptima vértebra cervical y además sufrió una lesión importante en uno de sus ojos. Su recuperación fue rápida y logró el alta antes que su hermano, quien estuvo varios días en un coma inducido por un fuerte traumatismo de cráneo.(LA OPINION)