(Por Victor Calvigioni) El “Pibe Cabezas” tuvo su primera novia en Colón. Ya octagenaria falleció en un geriátrico céntrico. El famoso delincuente luego de resignar su amor colonense y ya en su adolescencia junto a su familia se marchó a General Pico provincia de La Pampa.
La hermosa chica colonense en la década del veinte había caído atrapada por las galanterías de un muchacho buen mozo, tranquilo y pacifico pero sin ascendente económico y un apellido ilustre para esa época.
En este sentido, cuando este periodista trató de entrevistar a esa primer novia ya anciana y se trasladó al geriátrico donde se encontraba. No pudo dialogar debido a que ya no recordaba parte de su juventud. La mujer a pesar del paso del tiempo todavía mostraba los finos y bellos rasgos veinteañeros
Golpiza en los calabozos
El padre del «Pibe Cabezas» también murió en Colón. Las indagatorias sobre donde se encuentra la tumba terminaron en un callejón sin salida. El primer libro del Cementerio Municipal que tendría los datos históricos del destino final de su cuerpo se perdió y solamente existen archivos a partir de 1926.
El ex encargado del Cementerio Municipal (ya fallecido) Juan Larrobere buscó afanosamente ese documento sin lograr su cometido.
La muerte de Segundo Gordillo habría acontecido a comienzos de la década del veinte y originó la necesidad de que la familia compuesta por siete hermanos de emigrar a La Pampa.
La actividad política del progenitor del Pibe Cabeza marcó al que luego sería el delincuente más temido del país. Según la madre, Gregoria Lagarda la persecución sufrida por ser dirigente socialista y varias palizas de la policía en los calabozos locales marcaron el carácter del chico haciendo que comenzará a guardar un profundo odio en su corazón.
Pero el segundo golpe sentimental en su vida lo recibió en General Pico. Allí también conoció a una hermosa mujer de cabellos negros enamorándose profundamente. La familia -a igual que en Colón- se opusieron al romance que había entablado. Cansado de tantos «desprecios» disparó dos veces contra su futura suegra, hiriéndola en un brazo y se fugó con la menor de 17 años.
La policía encontró a la pareja y Rogelio Gordillo pasó sus primeros ocho meses en la cárcel de Santa Rosa. Tal vez fue la etapa más difícil de su vida.
La primer banda
Entre los barrotes conoció a los miembros principales de la que sería la primer banda en nuestro país que se caracterizaba por los asaltos comandos con una rápida movilidad y que obligaron a las fuerzas de seguridad a implementar una nueva estrategia contra los delincuentes.
En esos largos meses privados de libertad se relacionó con Felipe Cherrubia (a) «La Chancha». Al salir del encierro forzado busca a su novia. El destino nuevamente le jugó una mala pasada, grande fue la decepción al corroborar que se había casado con un estanciero.
La investigación dice que lleno de odio se trasladó a Rosario y allí fue pasador de datos de carrera, punguista y tratante de blancas. El oficio de peluquero que practico en un local de calle 47 entre 23 y 24 de nuestra ciudad, había quedado atrás y en su corazón solo había resentimiento. El próximo paso fue la conformar la banda con Antonio Moreno, donde comienza a cultivar la amistad con el que sería su lugarteniente hasta su muerte, Antonio Caprioli (a) «El vivo», el «Negro»Motta y Oscar Martinez (a) «El Negro».
La banda comienza a operar en varias provincias. Asaltaron la Administración de Mataderos Municipales y la Compañía Nobleza de Tabacos. Siempre se vestían de traje y utilizaban modernos autos para huir. En Villa María asaltan a la compañía de Electricidad y se llevan 6000 pesos y en Venado Tuerto matan a un comerciante que se resiste al atraco. También realizan asaltos en Casilda y en la Tesorería de la Facultad de medicina de Rosario. Luego golpean en la localidad de Amstrong.
El regreso a Colón
Pero el «Pibe Cabezas» regresaba siempre a Colón a descansar y tomar oxigeno para sus operaciones relámpagos. Según pudimos determinar un mecánico que en la década del ochenta falleció en la calle víctima de un infarto reparaba sus autos. El malviviente se escondía en una quinta cercana al paraje denominado de los «Cuatro Caminos» y sus autos eran ocultados bajo parvas de pasto en la pequeña quinta.(Décadas después otro colonense adoptaría la misma táctica ganándose el mismo apodo)
El golpe que «marcó» la historia del Pibe fue el asalto a la joyería de Arturo Guglielmi, ubicada en Maipú 1135 de Rosario. La banda se lleva cerca de 60 mil pesos en alhajas, una barra de oro y 1500 pesos en efectivo. La banda se instaló nuevamente en esa zona. Algunos hablan que intentó refigiarse en lo que en el presente es General Bermudez población cercana a Rosario.
El comienzo del fin fue el 21 de enero de l937 y luego del asalto a la joyería el moderno vehículo en que se movilizan los delincuentes atropella al canillita Ubelindo González de 12 años de edad. Un cabo de la policía santafesina presencia el accidente y se acerca al lugar. Gordillo quiere darle dinero al canillita debido a que no había sufrido lesiones graves, pero el uniformado quiere que todos vayan al Hospital y luego a la Comisaria.
El policía no sospechaba que estaba ante los delincuentes más buscados del país. La banda rapta al policía y al canillita. Para despistar cambian de auto y secuestran también al conductor y su mujer. En el vehículo recorren varios kilómetros liberan al canillita y al automovilista y matan al policía. El poderío de fuego de la banda era demoledor. Tenían tres ametralladoras Thompson, dos pistolas de gran calibre y dos Whinchester.
La muerte del cabo Santo Contreras nunca fue olvidada por sus colegas de armas. En la policía existía otros códigos y el delincuente que mataba a un uniformado no tenía geografía de escape. El honor de la fuerza estaba en juego. Los policías de todas las provincias comienzan una feroz persecución. La mujer raptada es liberada luego de varios días. La banda no se propaso con ella, y pudo contar datos para lograr la captura del colonense.
Algunos biógrafo dicen que el Pibe se escondió en una chacra de Lincoln. Por nuestra parte, sostenemos que se dirigió a Colón. En nuestro distrito estuvo varios días y reparó los vehículos. En forma posterior se dirigió a Junin. En este sentido, el principal problema era que Caprioli no quería ir a la Capital Federal porque temía a la Policía Federal. Pensaba que era mejor ir hacia la provincia de La Pampa.
En Junin luego de una discusión la banda se dividió. El Pibe Cabezas y Caprioli van a la gran ciudad, parte de la asociación ilícita regresa a Colón y se asienta definitivamente. Sus componentes fueron gente de trabajo que no volvió a delinquir.