(Por Victor Calvigioni) En el año 2016, el cabecilla de Pixiu identificado como Ye Yong (37),”(A Di” o “Andi”) fue aprehendido en la ciudad de Buenos Aires . Sin embargo el mismo ciudadano chino fue atrapado por segunda vez tras haber estado en la ciudad de Pergamino donde tenía dos supermercados mayoristas.
En Colón sería el responsable de pedir una cuota mensual a los supermercadistas chinos. El requerimiento era muy alto. La falta de pago de los comerciantes de ese país en caso de negarse era muy aleccionadora. El peligroso clan Pixiu, es un desprendimiento de las tríadas Jia Yuan, Wang Ke y Jong Long, que operan en varios países.
Pixiu es el nombre de una criatura de la mitología china parecido a un león alado con cabeza de dragón; se lo considera de buena suerte y protector de todo mal.
En Colón en mayo de 2016, cinco supermercados recibieron amenazas de esta triada. Según expusieron los propietarios recibieron por debajo de la puerta un texto -escrito a mano y en idioma chino- en el que se pedía la entrega de “50 mil dólares”, seguido de una amenaza de muerte con una firma que traducida al castellano significa “Alan”.
“Buscá gente que te solucione esto”, “Entregá 50.000 dólares si no querés que te incendiemos el comercio o le pase algo a tu familia”, decían algunos de los manuscritos.
Los delincuentes no se detuvieron para infundir aún más temor , los comerciantes recibieron un llamado extorsivo rectificando la amenaza. “Si querés vivir no hagas preguntas y pagá”, “ya sabés cómo solucionar el problema”: algunas de las frases vertidas
Ante tamaño peligro los propietarios de dos locales denunciaron que además sufrieron atentados en la puerta de sus comercios. Uno de los negocios más damnificados es un supermercado ubicado en calle La Merced al 1000 de Pergamino, cuyo dueño no recibió unas cartas y llamados amenazantes a su celular particular; sino que además la mafia incendió gomas en la puerta del local como señal intimidatoria. Pero el hostigamiento no finalizó allí: dos hombres en moto y con el rostro cubierto arrojaron bombas de gas lacrimógeno en la puerta del local, que afectó a varios clientes, pea-tones y vecinos del lugar.
Las fuentes consultadas en ese momento aseguraron que la mayoría de los supermercadistas de esa nacionalidad fueron víctimas de amenazas y, además, hubo casos de quienes pagaron una parte del monto que exigía la mafia con la esperanza de que finalizara el hostigamiento, pero al cabo de unos meses la organización volvió a actuar.
En este marco y en el 2016, los denunciantes y su abogado Tomás Carricart mantuvieron una reunión con funcionarios de la Embajada de China, en las que además se los puso en contacto con la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Provincia de Buenos Aires. La banda finalmente fue en parte desarmada
Los atentados en Colón
El primer atentado ocurrió en el 2005, en un supermercado chino, ubicado en calle 16 entre 53 y 54 de Colón. Entrenada la noche desde llegó un auto. Un hombre se bajó del habitáculo rompió el vidrio de la puerta de ingreso al local y arrojó una bomba de humo al interior que estalló. Los propietarios de origen asiático escaparon por el depóito que tenía una puerta trasera.
La Triada que manejaba la región es Pixou, y cada supermercado tenía el cartel que lo identificaba como protector en el frente del comercio. Las víctimas del ataque no lo tenían.