La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en calidad de Mecanismo Local de Prevención de la tortura, presentó una denuncia penal por torturas, que incluye la aplicación de descargas eléctricas con una picana, contra un joven de 17 años. La víctima tiene, además, múltiples lesiones en todo el cuerpo que no fueron constatadas durante el reconocimiento médico tras su detención ni a su ingreso al centro cerrado Almafuerte. La CPM también denunció que el joven fue interrogado de manera ilegal y amenazado para que no contara lo que pasó.
Los hechos que se denuncian ocurrieron en la madrugada del pasado sábado 25 de julio alrededor de la 5 de la madrugada, cuando agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires que patrullaban el barrio Tolosa de La Plata persiguieron durante algunas cuadras al joven. Al momento de la detención lo golpearon y le propinaron una serie de culatazos con el arma reglamentaria. Luego fue trasladado a la comisaría 6ª.
En la dependencia policial, lo alojan en un calabozo sin ningún mobiliario, lo obligan a permanecer de pie durante más de 9 horas al mismo tiempo que tres policías, de manera sistemática, le aplican descargas eléctricas con una picana para sacarle información. Mientras esto ocurría, los mismos policías filmaban las sesiones de tortura, imágenes que ellos mismos difundieron por las redes sociales.
El interrogatorio ilegal buscaba que el joven no sólo declarara contra sí mismo sino que incrimine también a más personas. A pesar de ser menor de edad y de estar imputado de un delito, durante todas esas horas, las declaraciones se realizaron sin presencia de un abogado o un defensor oficial y sin la compañía del padre, madre o tutor del adolescente. Se violaron así garantías constitucionales esenciales, incluyendo la Convención de derechos del niño.
Recién en la tarde del sábado, los policías lo llevan a reconocimiento médico; durante el traslado en el patrullero, siguieron aplicándole descargas con la picana. Ninguna de las lesiones que tenía fue registrada. Casi diez horas después de su detención, interviene por primera vez un funcionario judicial, sin embargo no se generaron las condiciones para que pueda contar lo sucedido.
Finalmente, fue alojado en el centro cerrado Almafuerte. Al momento de ingresar, por temor a represalias, el joven no dio cuenta de las lesiones que tenía producto de los golpes y torturas en la comisaría, y el personal médico hizo una revisión superficial y registró sólo algunas de las múltiples y visibles lesiones que tenía en el cuerpo.
Tras la detención del joven, intervino la UFI 3 de La Plata que, a pesar de la ilegalidad del operativo, convalidó desde el primer momento todo lo actuado por la policía.
Además de radicar la denuncia en la justica, la CPM denunció estas torturas a la Auditoría General de Asuntos Internos.
Ante este nuevo hecho, la CPM reclama el cese de estas graves violaciones de derechos humanos ejecutadas por la policía de la Provincia, agravadas en este periodo de cuarentena dónde se incrementaron los índices de letalidad policial y denunciaron gran cantidad de casos de gatillo fácil, uso letal de los patrulleros y torturas y malos tratos. (InfoGEI)