La Calle San Luis es un centro abastecedor de prendas textiles de las localidades de la región (comerciantes e individual)
La CAPITAL informa «Los comercios mayoristas de calle San Luis están viviendo bajo pandemia un verdadero verano de ventas, ante la ausencia de la competencia de las grandes ferias o paseos comerciales de Buenos Aires. Largas filas, teléfonos atiborrados de mensajes y páginas colapsadas son moneda corriente en este invierno atípico de aislamiento social. Es que por la aparición del coronavirus permanecen cerrada La Salada, en Lomas de Zamora, y las zonas de Once, Flores y Constitución, que se llevaban un importante grueso de las ventas.
Hace un año, La Capital publicaba que por día salían unos 30 micros desde Rosario rumbo a Buenos Aires para realizar tours comerciales. Todo eso se cortó y nadie sabe cuándo regresará. La situación disparó el consumo local, porque allí se volcó toda la demanda de ropa, lencería, telas y blanco que quedó huérfana. Ahora los comerciantes que se abastecen de mercadería para luego revender compran en San Luis, sobre todo en la zona entre Moreno y Entre Ríos.
«Las ventas se multiplicaron por cinco. Ya no podemos responder ni el WhatsApp, sólo el teléfono fijo. La gente se enoja», confía Pablo, de un local de venta de telas que solo se maneja por pedidos y no atiende al público. «Nosotros compramos a una fábrica de San Martín, pero entra poca mercadería desde Buenos Aires. Si llegara más, también se vendería», analiza.
El hombre entiende que al cerrarse la posibilidad de comprar en Capital Federal, se potenció la salida de sus productos, pero también dijo que mucha gente se puso a confeccionar ropa en cuarentena. «No sé cuánto representa en peso de telas, porque hay mucha venta chica. Pero nunca tuvimos tantos pedidos por entregar», aseguró el empleado de la algodonera, que a falta de dos días para el cierre de semana, ya tenía 400 paquetes para salir.
San Luis es el centro mayorista más importante de la provincia. Si bien normalmente abastece también a Santa Fe, a pueblos e incluso a provincias vecinas, bajo esta nueva normalidad la demanda se concentra en los barrios de Rosario y sus alrededores. Hoy quedan unos seis negocios que solo trabajan por cantidad. El resto vende, como reza un dicho de los comerciantes cuando hay crisis, «por mayor, por menor y por favor». Sin embargo, hoy la realidad cambió, e incluso ya hay problemas de stock. Con Buenos Aires volviendo atrás con algunas restricciones, los locales esperan semanas de ventas febriles.»