Agustina Lima (Agencia CTyS-UNLaM) – La encuesta, a cargo de los docentes Pablo Szternberg y Alejandro Lires, en conjunto con la Decana doctora Fabiana Lartigue y la Secretaria Académica doctora Gabriela Lourtau de la carrera de Medicina del Departamento de Ciencias de la Salud (UNLaM), relevó las percepciones, los factores de riesgo, el acceso y la disponibilidad a los equipos de protección, así como también la asistencia psicológica de 137 trabajadores de la salud del Área Metropolitana.
“El 76.8 por ciento de los profesionales aseguró no recibir asesoramiento psicológico sobre las sensaciones que experimentan, en tanto que un 85 por ciento cree que necesitan un espacio de escucha y contención para las mismas”, aseguró el licenciado Pablo Szternberg.
Además, el docente afirmó que “si bien las fuentes de angustia pueden incluir sentimientos de vulnerabilidad o pérdida del control sobre la salud de sí mismos, factores como la propagación del virus, la salud de la familia, cambios en el trabajo y en el aislamiento, el hecho de que el covid-19 sea transmisible de persona a persona, y que esté asociado con una alta morbilidad y sea potencialmente mortal puede intensificar la percepción de peligro personal”.
Los equipos de salud desempeñan un papel fundamental a la hora de moderar el impacto de una pandemia, es por esto que son múltiples las necesidades a cubrir para garantizar la protección de los especialistas, su mejor desempeño y la contención frente a las adversidades que deberán enfrentar.
“La depresión es un dato que nos llamó la atención ya que aumenta el doble cuando el trabajador de la salud está en su hogar, reforzado por no tener espacios de esparcimiento por el mismo confinamiento, lo cual llevaría a que no puedan realizar ningún tipo de actividad recreativa”, manifestó Szternberg.
Asimismo, en algunos casos, la escasez de equipos de protección y la creciente afluencia de casos sospechosos y confirmados de COVID-19 contribuyen a que los trabajadores de la salud se sientan presionados y preocupados.
Resultados finales
Las cifras finales indican que el 43,8 por ciento de los encuestados manifestó sentir angustia, el 22,6 por ciento declaró miedo, un 12,4 por ciento depresión y un 33,6 por ciento insomnio.
De los encuestados, el 4,37 indicó vive solo, mientras que el resto de la población convive con por lo menos una persona más, entre los que se encuentran pareja, hijos y padres de edad avanzada.
Más del 50 por ciento contestó que en su grupo familiar hay población de riesgo, y casi un 25 estuvo en contacto con pacientes infectados, lo cual los convertiría en un vector potencial de transmisión, de no contar con los equipos de prevención y no tener los cuidados correspondientes de higiene y seguridad.
El promedio de horas de trabajo y de exposición a la pandemia de estos profesionales arrojó que en su mayoría trabaja entre 7 y 10 horas diarias frente a pacientes. Consideraron los mismos que su institución de salud podría albergar a futuros infectados con SI: 43,2 por ciento y NO: 56,8 por ciento.
La recolección de datos para esta encuesta se realizó a través de un formulario a completar en la plataforma Google Forms, distribuido en cadena de WhatsApp a trabajadores de diversas instituciones del área de salud del Área Metropolitana.
Del estudio participaron un total de 137 especialistas del área de la medicina, kinesiología, enfermería, piscología, obstetricia, como también técnicos y personal administrativo asociado.