Este 23 de mayo se recuerda el fallecimiento de Atahualpa Yupanqui, uno de los cantautores y guitarristas más importantes del folclore y de la música argentina. El artista nació en Juan Andrés de la Peña, localidad ubicada en el Partido de Pergamino, Provincia de Buenos Aires, donde aprendió a tocar la guitarra.
El notable folclorista visitó varias veces la ciudad de Colón. En sus viajes llegaba a saludar a su amigo el dentista Abraham que se domiciliaba en calle 48 entre 20 y 21, y allí se comían grandes asados en una de las dos parrillas que tienen la casa que en el presente me toca habitarla.
También este periodista fue testigo de uno de sus últimos recitales de Yupanqui en un festival
La historia es muy corta. Atahualpa ingresó al escenario de Jesús María con una pequeña silla, Corría el año 1990. El riojano Carlos Menem estaba en la presidencia y se decía que estaba entre el público de incógnito y había llegado en un helicóptero estacionado en una zona cercana al frigorífico en ese entonces propiedad de la firma Arcor.
Atahualpa comenzó a afinar la guitarra. Una vez realizado todos los movimientos dio inicio a su primera canción. Antes de llegar a la mitad de la misma se detuvo y era evidente su enojo. Casi a los gritos le dijo algo al locutor que había mucho ruido. El animador pidió el silencio a una de las maquinas que estaban trabajando en el sector de corrales donde encerraban a los caballos. El folclorista siguió y otra vez se detuvo.
Los altoparlantes del estadio nuevamente pedían respeto por el artista y que las maquinas dejarán de trabajar. El folclorista continúo con su música, pero al no acallarse los motores, tomó su silla, la guitarra y se fue del escenario. No alcanzó a tocar una canción. Solo pedía respeto.No volvió.
Un poco de historia
De joven visitó con su familia el norte argentino, donde conoció diversos instrumentos y músicas originarias que lo inspiraron en su obra. La temprana muerte de su padre hizo que tenga que trabajar de maestro de escuela, tipógrafo, cronista y músico.
A fines de la década del cuarenta estuvo en Francia, donde fue descubierto por Edith Piaf, quien lo invitó a cantar y presentarse en vivo en varios teatros. Allí también grabó varias canciones que luego traería a nuestro país.
De regreso en Buenos Aires en 1952 se desafilió del Partido Comunista del que era partidario, y logró mayor libertad para realizar sus conciertos.
En toda su carrera grabó más de 300 composiciones entre las que se encuentran “Piedra y camino”, “El harriero”, “Los ejes de mi carreta”, “Coplas del payador perseguido”, “Los hermanos” y “Guitarra, dímelo tú”.
En los años sesenta comenzó a hacer giras por el resto del mundo y en los setenta se instaló finalmente en París, Francia. Alternó su residencia con Argentina. Pero con la llegada de la última dictadura militar en 1976 sus visitas fueron disminuyendo, por lo que su carrera se priorizó en el viejo continente.
En 1983 regresó la democracia y Atahualpa Yupanqui volvió a hacerse cada vez más presente en Argentina. Durante estos años fue condecorado en varias ocasiones, aunque siempre decidió volver a Francia, donde falleció el 23 de mayo de 1992, a los 84 años.
En aquel país recibió la distinción de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Sus cenizas descansan en su casa museo en la localidad de Cerro Colorado, a la sombra de un roble europeo.(Datos Infocielo)