El decreto que el presidente Alberto Fernández firmara el 8 de mayo pasado habilita la reactivación de la producción en la industria automotriz, motos y motopartes.
En ese marco, este lunes la planta Motomel La Emilia retoma la producción de unidades con lo cual cientos de trabajadores que se encontraban inactivos regresarán a sus puestos de trabajo.En rigor, a partir de la publicación del decreto la planta ensambladora comenzó a preparar la reactivación.
El martes de la semana pasada se encendieron las máquinas, se realizaron algunos pocos trabajos y se puso en marcha un diagrama de reactivación que debió posponerse debido a la convulsión que generó en la opinión pública de La Emilia la aparición del caso positivo de coronavirus en un médico sampedrino que prestaba servicio en la delegación.
Lo concreto es que la puesta en marcha de la empresa que emplea a cientos de trabajadores del Partido de San Nicolás representa un poco de aire fresco en medio de las restricciones que rigen para la mayor parte de la industria, matriz de la economía de esta región.
La incertidumbre radica en el comportamiento de un mercado que viene cayendo desde 2018. Durante 2019 se sucedieron conflictos que se resolvieron con ceses de contrato, suspensiones y retiros voluntarios de trabajadores de planta permanente.
Fueron las víctimas de una situación atravesada por el desmoronamiento de las ventas como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo ocasionada por las brutales devaluaciones de la moneda. Vale señalar que las motos se ensamblan (y algunas partes se producen) en Argentina, pero la mayor parte de los insumos son importados.
La llegada de la pandemia todo lo complicó, con lo cual nadie puede avizorar hoy un futuro próspero en el corto plazo. Para peor, el invierno es estacionalmente la época de menos ventas en el año.
El más bajo de la historia
El comienzo de la cuarentena y el cierre de los registros en la Argentina hizo que el sector de motovehículos haya tenido en abril el registro más bajo de la historia de la actividad, con 4335 unidades patentadas.
En términos interanuales, esta cifra representa una baja del 85,5 por ciento, ya que en el mismo mes del año anterior alcanzó las 29.949 unidades. En lo que respecta al acumulado del primer cuatrimestre, fue de 71.720 motovehículos, un 47,7 por ciento menos que en el mismo período de 2019, que fue de 137.082.
Hay que tener en cuenta que los patentamientos en abril pasado fueron producto de las ventas realizadas antes del 20 de marzo, fecha del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno nacional para evitar la propagación del coronavirus.
“Hay que esperar a ver cómo reacciona el mercado para tener una noción de la demanda. La moto no es un bien esencial y la temporada de invierno tampoco es un fuerte para este tipo de industrias, con lo cual es difícil trazarse grandes expectativas que después no puedan confirmarse”, asegura Fabián Gigli, secretario de prensa de la UOM San Nicolás. “El resto de las pymes metalúrgicas también están habilitadas a producir, obviamente bajo estrictos protocolos de seguridad que minimicen la posibilidad de circulación y contagio de coronavirus.
Esto no quiere decir que esas empresas hoy estén produciendo al cien por cien. Más bien la producción que se activó se encuentra en un nivel muy bajo. La mayoría están trabajando para sobrevivir”, sostiene Gigli. “Desde que rige el decreto presidencial no ha habido despidos, pero sí muchas suspensiones y ceses de vínculo en firmas contratistas”, comentó el vocero de prensa del gremio metalúrgico en San Nicolás.(Diario El Norte)