(Por Victor Calvigioni) La pandemia desnuda como nunca la codicia humana. El escritor rojense Ernesto Sábato decía: “El hombre no progresó porque tiene las mismas vanidades, codicia, y odios, que hace mil años”.
En el presente observamos que los Bancos Centrales de los países vacían sus arcas asistiendo a los excluidos de un “capitalismo salvaje” que ideo un sistema económico mundial sin tener en cuenta al hombre.
En tanto los “carteles financistas y bancarios” esconden las claves de sus riquezas bajo siete llaves. No entienden que la raza humana solo se salvará con solidaridad.
Los “dueños del mundo” desprecian la vida humana. En este contexto el Coronavirus demostró la endebles del sistema económico mundial. Se prepararon para “digitar” guerras, crearon defensas antimisiles.
En los últimos cien años gastaron miles de millones de dólares en abrir “grietas” que les permitiera enriquecerse a costa de sangre y sufrimiento. Sin embargo un virus invisible trastocó sus estrategias de bucaneros de los cinco continentes.
El coronavirus nos dio una lección. La próxima pandemia si no incluimos al ser humano puede que enfrentemos un “enemigo invisible” con alta morvilidad y mortalidad. Será el fin. Ya no habrá riesgo país, deudas externas e internas, tasas de interés, flujo financiero. No estará el hombre.
Un escenario posible es que en los próximos días los Gobiernos que no tomaron con seriedad al COVID-19, empiecen a sufrir revueltas sociales. Será la lucha por el sustento. Una lección más que dejará el año 2020. Serán doce meses que marcarán una bisagra en la historia de la humanidad.
En los últimos días en la Argentina muchos alzaron su voz de disconformidad ante la intención de creación de la Junta nacional de Granos y otros organismos para que el Estado intervenga. En el ABC de la economía que se viene y a la que denominamos de “subsistencia” los gobernantes deben tener “las palancas” necesarias para “manejar” los requerimientos de la sociedad.
El 3 de abril escribimos “Los gobernantes deberán apelar a los organismos del Estado Nacional, adjuntando a su accionar la actividad privada y en conjunto aportar un andamiaje de herramientas de producción en áreas esenciales, como es la industria de alimentos, y productos utilizados en salud.
Los seres humanos en sus “repetitivos” programas fueron siempre “olvidados” (en mayor o menor medida) teniendo como finalidad acumular riqueza por la riqueza misma. El ejemplo sería el legendario “Tío Rico” del Pato Donald. Sin embargo había una diferencia. El famoso comics acumulaba monedas de oro, y los financistas, papeles con rimbombantes firmas y un gran flujo financiero por computadoras”.
El 10 de abril argumentamos “La pandemia del coronavirus va destruyendo no solo vidas humanas si no la economía de los países. No existe economía posible sin el protagonismo del hombre.
También nos muestra que el virus y su propagación se mueve directamente proporcional a la desigualdad social, y falta de políticas públicas en áreas esenciales como la salud. En el presente no se puede emparchar lo que no se promovió en medio siglo. Una potencia mundial como Estados Unidos, atiende a muchos de sus pacientes en hospitales de campaña improvisados. Sin embargo, en los últimos años uno de sus por los aportes o los costos en el sistema de salud”
El 26 de abril de 2020, señalamos: “Los economistas educados en las mejores universidades del mundo deberán quemar sus libros en la hoguera que los iluminó por décadas y donde las llamas principales eran su voracidad y desprecio por la vida humana.
Las deudas millonarias de los países, las compras y ventas de paquetes de deudas por los “Buitres” y los “carteles” financieros y bancarios nos llevaron a ser esclavos de un sistema económico-social humillante. Ya no hay espacio para los ajustes fiscales infinitos y la mentira fabricada del costo laboral. El coronavirus igualo a estos “usureros mundiales” al hombre común en algo que siempre pregonaron: La incertidumbre”
- Técnico Tipificador y Clasificador de Ganados y Carne, Experto Agrario, Agronomo Nacional, Técnico en Administración de Empresas