Ese tributo extraordinario, en cuya elaboración viene trabajando nuestro dirigente nacional, Carlos Heller, junto a otros legisladores, y se presentará en los próximos días al Parlamento, recaerá sobre los patrimonios de menos de 12.000 personas que poseen riquezas por encima del equivalente a los $ 200 millones, según sus declaraciones de Bienes Personales.
El universo realmente alcanzado por el tributo sería del 1,1% del total de quienes presentan esas declaraciones; dicho de otro modo, el 0,08% de la Población Económicamente Activa.
La tasa del impuesto “Patria” sobre el valor de los bienes declarados sería de entre el 2 y el 3,5%, y no modificará la condición patrimonial de los contribuyentes incluidos.
El aporte tendrá una asignación determinada: se destinará a adquirir productos vinculados a la crisis sanitaria, a fortalecer la cobertura alimentaria a personas con bajos ingresos y a asistir a las PyMEs más castigadas por la crisis, con el objetivo de ayudar a sostener el empleo, sostiene el proyecto presentado a los Concejos Deliberantes.
Se trata de una medida claramente redistributiva, que redundará en beneficio de los sectores más postergados del país, pero también de los propios municipios –en especial los bonaerenses- que contarán así con mayores recursos para atender la emergencia en un marco de justicia social.