Provincia de Bueno Aires: Kicillof se reúne con Intendentes para estudiar flexibilización en el interior

El Axel Kicillof decidió que el aislamiento social preventivo seguirá como hasta ahora en todo el territorio bonaerense durante toda la semana próxima, al tiempo que entre mañana y el martes mantendrá una ronda de reuniones con intendentes del oficialismo y la oposición para analizar esquemas de flexibilización en el interior, que podría incluir aperturas regionales y por tipo de actividad, pero un estricto control de grupo etario mayor de 60 años.

Tal como  se adelantó , el gobernador analizará la situación con las autoridades nacionales en un encuentro el lunes. Pero ahora sumó a los intendentes para definir si se puede aplicar, dónde y bajo qué modalidad, el aislamiento administrado del que habló Fernández, que consistiría en liberar la circulación al interior de pueblos muy chicos, y entre algunas localidades, en zonas aisladas que no registren circulación viral.

Hay una primera salvedad, crucial: en el Conurbano –y más, en todo el Área Metropolitana,  que incluye también a la Ciudad Autónoma- las cosas seguirían en principio como están hasta el final del nuevo periodo de aislamiento, el domingo 26 de este mes. Esa es el manos la mirada que llevará Kicillof aun encuentro con intendentes oficialistas de la 1ª y 3ª sección electoral, que se realizará mañana en Hurlingham, para evaluar la cuestión.

Es que el Conurbano es casi por definición una zona con todas las características inapropiadas para liberar: allí no hay poca gente aislada sino mucha y en un espacio relativamente reducido, allí es donde mayor circulación del virus se ha registrado y es también la zona que tienen mayores índices de vulnerabilidad social. En la porción del territorio bonaerense que integra el cinturón de riesgo que describió el presidente, junto a la CABA, córdoba y Santa Fe.

Sobre esa base, Kicillof tiene previsto, incluso, plantearles a los alcaldes una profundización de los controles, porque detectó una cierta relajación del aislamiento social en los últimos días. El gobernador quiere hacer foco en el transporte: seguirá con frecuencia de domingo, pero buscará mayor vigilancia para que no haya unidades que violen la orden de que todos deben viajar sentados, por caso.

En el interior, en cambio, podría haber una mayor libertad de movimientos, aunque todo depende de un análisis detallado y caso por caso que determine dónde eso es factible de realizar sin aumentar los riesgos sanitarios. El primer análisis lo hará Kicillof el lunes con los intendentes de Trenque Lauquen, Miguel Fernández y de Vicente López, Jorge Macri, un radical y un PRO que además representan a sus pares. El martes, habrá un encuentro con todos los del interior a través de una plataforma virtual, que coordinará la ministra de Gobierno, Teresa García.

Pero el gobernador ya les adelantó vía chat que buscará un esquema regional para avanzar, donde se pueda, en la flexibilización. Por un lado, eso tiene que ver con la necesidad de agilizar el análisis de los protocolos de funcionamiento que deberán definirse, que propondrán los alcaldes pero que pasarán por un filtro de la provincia y deberán tener un OK final dela administración nacional.

Pero hay además rezones más concretas, vinculadas al funcionamiento real de los distritos. “Aislar un pueblo solo puede parecer una solución a simple vista, si no hay allí casos detectados ni sospechosos. Pero eso obligaría a extremar recaudos y desviar recursos para eso, porque si en un lugar funciona un servicio o se habilita la venta de un producto que a 20 kilómetros no se permite, podemos tener un éxodo de uno a otro que sería un peligro”, explicó  un funcionario provincial.

Eso exigirá un alto nivel de coordinación entre los distritos, que a veces plantean necesidades encontradas. Un intendente del noroeste, por caso, ya se mostró en contra de cualquier apertura, porque en una localidad de su distrito, de apenas 3 mil habitantes, aparecieron dos casos. No quiere que se trasladen a la ciudad cabecera, de 80 mil. Otro, cercano, quiere sí o sí que le permitan abrir una fábrica municipal en su ciudad, lo que conllevaría a su vez permitir el funcionamiento de sus proveedores, circulación de empelados incluida.

La cuestión de los sectores económicos también será puesta en revisión con un criterio estricto por el efecto de encadenamiento que supone. En la provincia ya recibieron llamados de fabricantes y comercializadores de autopartes, que advirtieron que si podrán trabajar gomerías y talleres ellos también, necesariamente, deberán ponerse en marcha. “Vamos a analizarlo, no es lo mismo el interior que el Conurbano”, es la respuesta, por ahora.  Algo parecido sucede con la actividad pesquera: Kicillof baraja una apertura, pero el problema irresuelto aún es qué hacer con la cadena que se activa una vez que el producto está en tierra.

Donde sí hay un criterio muy es respecto de las franjas etarias: no se aflojará nada la situación para los mayores de 60 años, que son el principal grupo de riesgo.

“El criterio general de la provincia es no arriesgar”, explicaron fuentes de la gobernación. Esto quiere decir que cualquier apertura se hará sobre la base de protocolos que deberán pasar estrictos filtros de control. El Estado buscará dar el ejemplo: por ahora seguirá funcionando con un esquema de guardias mínimas y con un esquema de teletrabajo para la mayoría de sus agentes. (DIB)