El episodio delictivo ocurrió en junio de 2018 en esa localidad del sur santafesino, cuando fueron sustraídos $3.500.000 provenientes de Anses que estaban destinados al pago de jubilaciones, pensiones y asignaciones universales. Inclusive se busco en Colón a integrantes de la banda con resultado negativo.
La pequeña localidad de Diego de Alvear está ubicada al sur de la provincia de Santa Fe y tiene, según el censo de 2010, 1999 habitantes. El 6 de junio de 2018 fue la locación de lo que podría haber sido la escena de una película del género policial, suspenso o drama argentino: aquél día se cometió un robo en la sucursal del Correo Argentino en el lugar por un botín de tres millones y medio de pesos, dinero de la ANSES que estaba destinado al pago de jubilaciones, pensiones y asignaciones universales de ese mes. Y si bien la secuencia pareció en el momento tan eficaz como la imaginada por el taxidermista Esteban, el protagonista del film «El Aura» (2005), la banda logró ser desbaratada y se aproxima a ser juzgada.
Es que ahora el fiscal Javier M. Arzubi Calvo, titular de la Fiscalía Federal de Venado Tuerto, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida a siete personas por el hecho ocurrido en el pueblo, distante a 400 kilómetros de la ciudad de Santa Fe y muy cercano al límite con la provincia de Buenos Aires.
Por tratarse de dinero enviado por el organismo nacional, la investigación estuvo dirigida desde su inicio por la Fiscalía Federal, que ordenó a la fuerza actuante diversas tareas operativas. A raíz de esas diligencias, en septiembre de 2018 se solicitaron al Juzgado Federal una serie de medidas, entre las que se encontraban los allanamientos de los domicilios de las personas investigadas en distintas ciudades –como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Junín y la propia Diego de Alvear-; en aquella ocasión se incautaron 109.800 pesos; 230.444 dólares estadounidenses; una caja de zapatillas con siete fajos de papel de tamaño similar a los billetes norteamericanos que oscilarían los 25.000 dólares; 16 teléfonos celulares; tres vehículos; dos paños de bijouterie con 50 piezas; relojes; notebooks; CPU; tablets; pendrives; tarjetas de memoria y documentación de interés para la causa.
En ese marco, Arzubi Calvo solicitó la elevación a juicio de los imputados: tres de ellos por el delito de robo agravado por el empleo de arma de fuego, cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada, y por haberse cometido en poblado y en banda -artículos 164, 166 inciso 2° y 167 inciso 2° del Código Penal de la Nación-, dos más como como partícipes necesarios del mismo (art. 45 del CP) y una tercera imputada como partícipe secundaria de éste (art. 46 del CP).
Por otro lado, en relación con la séptima acusada por los hechos, indicó que deberá responder en orden al delito de encubrimiento previsto en el artículo 277 apartado 1°, inciso e) del Código Penal.
El hecho
El robo ocurrió el 6 de junio de 2018 entre las 08:30 y 08:40 de la mañana, luego de que tres empleados de la empresa Prosegur dejaran en el lugar cuatro bolsas de color amarillo con letras negras que contenían $3.500.000.
Los delincuentes aprovecharon la llegada de un camión de caudales de la empresa Prosegur y a mano armada se apoderaron de las sacas, para escapar en auto Renault Sandero.
En ocho operativos realizados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en la Ciudad de Buenos Aires se detuvo a un hombre y dos mujeres, mientras que en la localidad bonaerense de Junín fue arrestado un sobrino del presidente comunal y en el pueblo fue detenido el jefe local del Correo Argentino, además de su ayudante.
En esas circunstancias, un hombre que se encontraba en el lugar abrió la puerta de acceso al Correo y dejó entrar a otros dos, y blandiendo un arma de fuego les indicó a las personas que estaban allí que era un asalto y que se dirigieran a una habitación ubicada en el interior del inmueble; mientras que los otros dos hombres llevaron al jefe del Correo al sector donde se encontraban las bolsas con el dinero y le ordenaron que se las entregara.
Finalmente, los tres se dieron a la fuga a bordo de un Renault Sandero gris que se encontraba estacionado frente al lugar. Ese automóvil fue hallado horas más tarde en la localidad de Iriarte, provincia de Buenos Aires.