(Por Victor Calvigioni) El episodio de los jugadores de Rugby en Villa Gesell con el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa tiene un antecedente en el fútbol argentino, cuando varios jugadores se amontonaron y mataron de varias patadas en la cabeza a un Juez de Línea en el transcurso de un partido correspondiente a un torneo de verano.
En enero de 1972, en un encuentro nocturno jugado en la localidad de La Carlota, provincia de Córdoba, se escribía un mojón en la historia de violencia en el fútbol argentino. El episodio sucedió cerca de una de las áreas, cuando un Juez de Línea corrió a auxiliar al Juez del Partido que había sido agredido, y los once jugadores se “amontonaron” alentados por su hinchada. En la agresión el Juez de Línea recibió varias patadas en la cabeza. Todavía se recuerda a los cientos de hinchas que habían asistido al partido en una noche calurosa, gritando a coro “Mátenlo”. El episodio fue cubierto por la recordada revista “ASI” con una foto en tapa en blanco y negro que mostraba el momento de la agresión. La víctima se llamaba Agustín Baso (43) casado y con cuatro hijos.
En esa trágica noche estival, los dos equipos se jugaban la alternativa de estar en las finales del torneo de verano. Los rivales que competían en esa instancia eran los equipos de Sportivo Rural de Santa Eufemia y Belgrano Juniors de Arias. Un clásico. La tragedia tocó de cerca a la Escuela Salesiana de Ferré porque dos alumnos (hermanos) participaron del ataque al referí, Angel Fragosa y uno de ellos fue señalado como responsable de la muerte del linesman, Baso .
En la cancha había pocos policías y los problemas empezaron por la discusión en el armado de barrera en un tiro libre. Los once jugadores de Sportivo Rural y su Director Técnico (un médico) quedaron aprehendidos. El final de la historia llegó con decenas de declaraciones de testigos, fotos incluidas y tres jugadores condenados a 9 años de prisión (Un peón rural, un estudiante de agronomía y un contador).